70 alumnos 
                            de bachillerato del colegio La Salle nos fuimos el 
                            día 2 de octubre hasta tierras asturianas a 
                            realizar el descenso del Sella. La actividad que estaba 
                            programada para el pasado mes de junio tuvo que ser 
                            aplazada por el mal tiempo y la lluvia. El equipo 
                            directivo se comprometió entonces a realizar 
                            la salida a comienzos de este curso y así fue. 
                          
                             
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                              Una piragua 
                                  como la que utilizaron nuestros reporteros.  | 
                             
                           
                            
                            Nos acompañaron nuestros profesores Paloma, 
                            Javier, Chemi y Emilio. Tras hora y media de viaje 
                            en la que planeábamos todo tipo de estrategias 
                            para hacer volcar las piraguas llegamos a nuestro 
                            destino. Algunos de nosotros ya habíamos hecho 
                            piragüismo en el delta del Ebro en la salida 
                            a Cataluña del curso pasado, si bien aquellas 
                            aguas son más relajadas. 
                          Con un tiempo irregular y tras una 
                            breve explicación por parte de los monitores 
                            de la empresa nos lanzamos en las canoas a realizar 
                            el recorrido de 14 kilómetros. La lluvia a 
                            ratos y el sol acompañaron nuestras casi cuatro 
                            horas de remo continuo y divertido, acompañadas 
                            de más de un vuelco e incidencia solventada 
                            entre las risas de todos y las manos que nos echábamos 
                            unos a otros.  
                          Terminamos todos con la comida, recordando 
                            los estupendos momentos pasados juntos para regresar 
                            a casa a disfrutar de unas estupendas agujetas en 
                            los siguientes días pero, eso sí, cargadas 
                            de satisfacción por haberlo conseguido y por 
                            el buen día de convivencia. 
                           
                           
                          
                             
                               
                                    
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