Nº8. Diciembre 1998

 



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Capítulo 2.

Por Isabel Rodríguez Marcos 1º ESO del IES Cantabria de Santander.

Allí comenzó a pensar y se sintió realmente extraño, como si ni él mismo se reconociera; se sintió como nunca antes se había sentido.
-"¿Por qué justo ahora?" - se preguntaba.
-"¿Por qué yo?"- no lo podía comprender.

Empezaba a ver cosas que antes no veía. Estaba madurando. No esa madurez que se alcanza en la adolescencia, o, propiamente en la madurez, pero así era.
Nunca había salido de casa con tantas dudas, y lo que es peor aún, sin saber quien o cómo las podía resolver. El tiempo lo aclararía todo.

De repente Ángel vio una luz y se preguntó de donde provenía.
Se acercó hacia ella, estaba detrás de un arbusto y observó a un niño, un niño solo y asustado, se acercó a él y se quedó casi inmóvil, el niño se parecía enormemente a él.

 


 


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