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es Tribuna Libre. Solidaridad Tardía
El autor del artículo hace una reflexión en voz alta sobre la manera de cómo los jóvenes se "divierten" en los fines de semana. ¿Estáis de acuerdo con lo que en él se expone? Si, somos jóvenes. Es una época difícil en la que tienes ciertas libertades, aunque a cualquier chico/a de 17 años le parecen pocas. ¿Por qué no se paran a mirar a sus padres? ¿Ven acaso que ellos se diviertan mucho? Ellos trabajan 10 horas diarias, si no más, para que sus hijitos puedan salir por ahí y divertirse y, ¿cómo se lo agradecen? Quejándose y exigiéndoles más dinero y llegar más tarde cada fin de semana. También, por qué no, podía hablaros de nuestra forma de divertimos. Para ello nada mejor que contaros más o menos como transcurre un sábado normal. Generalmente se queda en un bar barato y cutre donde sirvan
"cachis" de kalimotxo a un precio razonable, o en un
parque o zona donde la policía no pase muy a menudo y
esté más o menos apartado. Entre cachi y cachi
se fuman algún "porrito" y salen del bar un
par de horas después con una especie de "pedo"
muy curioso, mezcla de alcohol y "kosto". Casualmente todos llegan a ese "mítico" sitio a la misma hora, media hora arriba o abajo. No sé si por naturaleza o por necesidad, siempre hay otro sitio al que se va otro par de horas después, debe ser para no apalancarse o irse directamente a casa. Allí lo único que cambia es la función o el lugar, porque la gente es la misma. Allí se acaba la exaltación y se empieza a tranquilizar la gente. En vez de kalimotxo, se toman "cubatas" y en vez de "porros" buscan "rollos". Y todo esto para qué, pues para que llegue el lunes y puedas presumir de algo ante los colegas. Esta es la diversión de la juventud y, por cierto, yo soy uno de ellos.
El Gobierno del Principado de Asturias tiene el proyecto de construir tres teleféricos en el macizo central de los Picos de Europa, para unir el pueblo de Bulnes con Poncebos, Pandebano y Amuesa. El estudio preliminar ha sido realizado por la empresa suiza Schonholzer S.A., especialistas en accesos a zonas de montaña por medio de remontes. El Consejero de Obras Públicas, Transportes, Turismo y Comunicaciones, Pedro Piñeira, estima razonable los 570 millones de pesetas que costará la instalación. Hace ya algún tiempo que los habitantes de Bulnes, poco más de 12 personas, piden insistentemente la construcción de una carretera desde Poncebos hasta el pueblo. La Agencia de Medio Ambiente del Principado, ha desestimado la construcción de dicha carretera por estimar que el impacto sobre la zona sería muy grande, por lo que se muestra partidario de la construcción de los teleféricos. Estos hechos, que en principio parecen no albergar ningún atentado ecológico, por el contrario, se muestran lo más respetuosos posible con el entorno y por finalidad el rescatar del aislamiento a un pueblo, encierran a poco que hurguemos una gran falacia y unos gravísimos atentados contra la Naturaleza.
En primer lugar si se tiene en cuenta que en Asturias son
muchos los pueblos que se encuentran sin comunicaciones, aislados
en la montaña, extraña que se vayan a invertir
en uno solo casi 600 millones de pesetas. En segundo lugar, la construcción de estos dos teleféricos
responde a la peligrosa manía del Hombre de llegar sin
esfuerzo a todas partes y de facilitar un acercamiento a la Naturaleza
a todo el mundo. Me refiero al conocido turismo dominguero que
sólo llega hasta donde lo hace su automóvil y poco
más; ese turismo que llena de desperdicios y basuras el
lugar que visita (clara demostración son los Lagos de
Covadonga). Algún día se cazará el último lobo, se extinguirá el último toro bravo, se talará la última encina, morirá el último artesano, el último... Es la llana gigantesca que viene del norte igualando todo, como un día, cuando las glaciaciones, vino de allí el hielo sometiendo el paisaje, devorando el relieve y sustituyéndolo por la uniformidad sin aristas de las lenguas blancas. Hoy no hay hielo, pero sí la devastadora marea uniformizadora, la que hace del sur de España, un lugar distinto, único, todo poco a poco cambiado por una planicie de monótona vulgaridad. Es de suponer que si se construyese un teleférico hasta la cima del Naranjo de Bulnes, afluiría una enorme cantidad de turistas; eso es indudable, pero... ¿qué quedaría del esfuerzo del escalador?, ¿del contacto con la montaña?, absolutamente nada, ¿merece la pena, entonces, prostituir así a la Naturaleza?. En tercer lugar, respecto al tercer teleférico, de Poncebos a Bulnes, que pretende presentarse como beneficioso para el pueblo de Bulnes, es necesario, única y exclusívamente para facilitar el acceso a los otros dos. ¿Por qué, sino, este repentino interés del Gobierno del Principado por este pueblo en concreto?. Que los habitantes de Bulnes requieren una solución
es obvio pero también lo es que los otros muchos pueblos
que viven en situaciones aún peores han de recibir el
mismo trato.
Solidaridad Tardía Solidaridad.... No se cumple ni tan siquiera un mes,
cuando arrasó con bravura una pobre e indefensa Centro
América. Honduras y Nicaragua se llevaron la peor parte. Gracias a la eficaz y rápida intervención, aunque parezca increíble, de los medios de comunicación, se despierta el instinto humano, poniéndose en marcha todo tipo de ayudas humanitarias: desde los grandes donativos de los gobiernos de los países, hasta un simple paquete de arroz. Todo tipo de acciones benéficas se llevan a cabo. Las impactantes y sobrecogedoras imágenes que nos muestran en la televisión nos conmueven y nos duelen, sacando de nuestro interior nuestro espíritu solidario. Lógicamente toda muestra de
solidaridad es digna de alabar; no obstante, creo sinceramente
que son tardías. ¿Por qué hemos de esperar
a que ocurran las desgracias para intervenir? ¿Acaso no
se puede hacer nada por evitarlas?.
...tardía Que nadie piense que es casualidad que los desastres ocurran en los países pobres; los huracanes también pasan por los más importantes, pero cuando lo hacen apenas dejan algo de lo que lamentarse, porque estos países están preparados, cuentan con infraestructuras y medios para enfrentarse a los fenómenos naturales. Algunas veces movidos por una falsa solidaridad ayudan a los pequeños, pero sólo a los que pueden sacar beneficio. Más deplorable aún, quizás sea la actitud de los medios de comunicación, en especial la televisión. Su afán de superarse los canales en las audiencias interfiere mucho en su función, que es informar y que apenas cumplen. Para ellos lo de Centro América supuso una semana de imágenes desagradables. Tanta morbosidad acaba irritando al telespectador que acaba por apagarlo el televisor, para ellos aquí acaba la noticia, ya que no ganan nada ofreciendo más imágenes. Hasta en catástrofes así se reflejan las diferencias que hay entre los países ricos y pobres. Como ya he mencionado estos fenómenos ocurren en cualquier sitio, no hace distinciones. Así, en Miami han pasado diversos huracanes, nunca ha habido víctimas, hay cuantiosos destrozos, pero ellos mismos poseen suficiente capital para solucionarlo. Pese a las diferencias o conflictos que puedan tener las naciones entre sí, creo que si cada uno aportase su granito de arena se mejorarían muchos aspectos. En cuanto al tema de la televisión, el modo informativo es cada día más criticado. Una vez olvidado el tema de Mitch, están a la búsqueda de otras noticias espectaculares, en definitiva, que creen morbo. Esta situación no ha sido la primera: ¿ Es que ya no hay guerra civil en Libia y en Zaire ? ¿ Ya se ha solucionado el conflicto de Yakarta ? Eso sí, las crisis del Madrid y del Barça son trascendentales a diario. En resúmen, vivimos en una sociedad totalmente hipócrita: desde los que hacen las, para ellos, "obligadas acciones solidarias para sentirse mejor persona, hasta los que se hacen los ciegos escurriendo el bulto para que se olvide lo más pronto posible. La solución es tan fácil como improbable: las naciones poderosas deben organizarse y cooperar para ayudar a los débiles, pero nadie quiere tomar la iniciativa porque a nadie le gusta perder dinero, prefieren callar y lamentar después, aunque son conscientes que no solucionan nada llorando. En definitiva, estas desgracias no sólo son responsabilidad de la naturaleza, el hombre tiene gran culpa, porque puede solucionarlo. Hobbes dijo una vez "el hombre es un lobo para el hombre " y es tan cierto como que la única ayuda del hombre es él mismo.
Que el Sinónimo de "Fútbol"
no sea "Terror" La muerte del seguidor de la Real Sociedad, Aitor Zabaleta, debe hacernos reflexionar a todos sobre ciertas acciones violentas, incitadas, y apoyándose en la simple causa de defender unos colores o una ideología. Lo que podía haber sido un día de disfrute y felicidad para este joven de 28 años, pronto empezó a tornarse de un color lúgubre, al ser éste la víctima de una puñalada en la parte izquierda del pecho, en la zona del corazón, propinada por un seguidor radical del bando opuesto. Momentos después, el joven ingresó en un hospital, en donde, con esperanza, se esperaba la posible, casi milagrosa, recuperación. A las tres de la mañana Aitor Zabaleta fallecía como consecuencia de una emorragia causada por la terrible apuñalada. Este suceso, como tantos otros que pertenecen al oscuro pasado
de este deporte, ha vuelto a poner el tema de manifiesto. Y dado
su importancia se merece una reflexión, que la gente aporte
soluciones para este equívoco funcionamiento de la sociedad
en la que nos movemos continuamente. Se cree que el autor de la agresión fue un joven, uno de esos cabeza rapadas, partidario de movimientos nazis, sediento de violencia y de emociones fuertes, con lo que lograría una enorme satisfacción propia, por hacer honor a su forma de pensar y de demostrar valentía maloliente. Pero se verán más noticias de este tipo en las páginas de nuestros periódicos si no se toman las correspondientes medidas para acabar con estos incidentes innecesarios, que no llevan a ninguna parte, más que para acojonar a la gente y crear situaciones de angustia.
¿Fútbol = violencia? Lo sucedido en el pasado partido Atlético de Madrid- Real Sociedad nos hace plantearnos la siguiente pregunta: ¿Hasta qué punto podemos sentirnos seguros en un partido de fútbol? El verdadero peligro, no son los simples aficionados que van a ver jugar a su equipo, ¡no!, el verdadero peligro son los hinchas radicales que van con ganas de montar follón y descargar su agresividad con la demás gente independientemente de que sean de su equipo o del equipo rival. Algunas de las causas que se esconden detrás de esos acontecimientos violentos son; por una parte las rivalidades existentes entre los distintos ultras de cada equipo; por otra parte, razones muy alejadas de lo deportivo, tales como el racismo, la xenofobia, y otras expresiones intolerantes hacia los demás aficionados que van a ver jugar a su equipo.
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