Imagino
que en casa de los Solar debió ocurrir algo
para que el destino terminara vinculándolos
como lo ha hecho al mundo del surf. He tratado de
imaginar muchas veces qué fue lo que pasó.
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Pablo Solar
en Arenal de moris en caravia baja. |
Que las familias están unidas es un hecho.
Lo están, además, por muchas más
cosas que los míticos lazos de sangre. A los
miembros de una familia suele unirles el gusto por
determinadas cosas y la aversión por otras.
Siempre hay, además, otras cosas que a pesar
del empeño de una parte no terminan de cuajar.
Mi madre lleva 18 años intentando que me gusten
los libros y yo, la verdad, no he podido aún
comprobarlo. Sin embargo, sé que tienen que
tener algo, porque de lo contrario ella no le dedicaría
tanto tiempo.
Sé que su padre era un buen deportista. Ése
es el principio. Todos los que han hecho algún
tipo de deporte desde pequeños y les ha gustado
tienen muy buenos recuerdos. Eso debe notarse, porque
sus hijos tienen, en la mayor parte de los casos,
tendencia a imitar a sus progenitores.
Me han contado que el padre de Pablo y Alejo y el
abuelo de Mirka y Deva jugaba al fútbol en
la Real Sociedad Gimnástica de Torrelavega
de extremo. A los más jóvenes de su
familia lo de balón no les llamó demasiado
la atención (también pasa), pero el
destino les hizo nacer en Suances, en donde en los
años ochenta ya había quienes hacían
sus pinitos en el agua con una tabla de surf. Luego,
lo de siempre, veranos de los que cuentan nuestros
padres: Mucho tiempo libre y tu madre que por la mañana
te levantaba de la cama, te daba de desayunar y te
mandaba a la calle. Con todo el día por delante
y una tabla de surf para toda la pandilla, había
tiempo de sobra para descubrir si aquello te gustaba.
Está claro que a los Solar les gustó
lo suficiente como para vincular su vida a aquella
historia.
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Pablo Solar
en Caravia surf festival 2007. |
Muchos veranos después, Pablo se convirtió
en profesional y ha llegado a ser segundo de Europa
(2002) y un montón de veces campeón
de España. Su hermano Alejo sigue disfrutando
del agua cada vez que puede, y se gana la vida vendiendo
material deportivo surfero. Luego están Mirka
y Deva. Ellas empezaron más tarde, pero seguro
que bajo la influencia de sus tíos. Al fin
y al cabo, para cuando ellas comenzaron a ir a la
playa la casa de sus abuelos ya estaba llena de tablas.
Mirka ha sido campeona de España y la 13 del
mundo. Deva es muy buena en bodyboard. También
ha ganado varios campeonatos de España. Ellas
dos y su tío Pablo han montando una escuela
de surf en Suances. Está claro que seguirán
vinculados a este deporte durante mucho tiempo más.
Igual que hay familias de abogados o médicos,
también las hay de futbolistas o músicos,
y en el caso de los Solar lo que importa en el surf.
No sólo les gusta, sino que además son
muy buenos. ¿Hablarán de olas en las
cenas de Navidad? Si hicieran ahora aquellas cartas
que había cuando yo era pequeño y que
mostraban seis familias completas: padre y madre esquimal,
abuelo y abuela y niño y niña también
esquimal, podrían pedir permiso a los Solar
y crear un nuevo palo para aquella baraja.

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