Hoy en día el tiempo se ha convertido en un arma que a ratos nos esclaviza. Una alumna del IES Santa Cruz de Castañeda reflexiona entre versos acerca de nuestras propias cadenas.

La persistencia de la memoria.

De pequeñito ya te enseñan a estudiar
para sacarte una carrera y ponerte a trabajar.
¿Y qué es lo que hemos aprendido?
A medir el dinero y el tiempo perdido.

Nos hemos autoencarcelado
gracias a leyes y el estado.
El tiempo es oro en un sistema capitalista
corre, corre ¡corre! que si lo pierdes estás lista.

Busquemos una felicidad alternativa
que no consista en echar la primitiva.
Convirtamos la rutina en amor y rebeldía,
que no por tus ideas te lleven a la comisaría.

Mira amigo esos ladrones no me dejan vivir.
¡Me exprimen el cerebro! Ya no quiero discutir…

Yo prefiero un colchón suave, verde de prado
para dormirme en mis pensamientos bien sentado.
Mientras el cielo sea la sábana que me cubre
y que mis sueños se alimenten de una cabra y su ubre.