Los
Juegos Olímpicos de Atlanta 96 se vieron empañados
por el abandono de la gimnasta María Pardo,
pero ¿qué ha sido de ella? Hemos investigado
por internet acerca de su historia y la hemos encontrado
para entrevistarla.
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María
Pardo con sus entrevistadoras. |
María Pardo había ganado varias medallas
en diferentes campeonatos europeos y mundiales de
gimnasia cuando decidió abandonar. En mayo
de 1996, cuando faltaba muy poco para los Juegos Olímpicos
de Atlanta, se retiró de la competición.
María Pardo tenía una beca ADO de tres
millones de pesetas y había ganado una medalla
de plata y una de bronce en el Mundial de París,
una de plata y dos de bronce en el Europeo de Praga
y una de oro y dos de plata en el Mundial de Viena.
En estos Juegos Olímpicos de Atlanta 96,
el equipo español ganó la medalla de
oro en gimnasia rítmica. Poco después
Tania Lamarca era expulsada de la selección
por sobrepasar 2,7 kilos el límite establecido
por su entrenadora en 41 kilos. Tania compartió
habitación con María Pardo durante muchas
semanas, pero sólo María renunció
a la tensión constante, a los interminables
entrenamientos, las dietas espartanas y la férrea
disciplina.
Durante meses María trasladó regularmente
a su diario todos sus sufrimientos hasta que acabó
llamando a casa desesperadamente y le dijo a su madre:
"Mamá, ¿qué quieres una
hija o una medalla?" Por su parte, los responsables
del Consejo Superior de Deportes consideraron que
el deporte de élite era de esa manera y dijeron
cosas como: "El sistema es así. Están
ahí por su voluntad. Ella no pudo aceptar la
disciplina y se fue".
Sin embargo, la denuncia de María Pardo a
los métodos de su entrenadora, la búlgara
Emilia Boneva, no cayó en saco roto. Los detalles
de esta presión impactaron en el mundo del
deporte de tal forma que fue incluso llamada para
declarar en una comisión que se formó
en el Congreso de los Diputados para realizar un informe
sobre la incidencia de la anorexia y la bulimia en
la juventud.
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Futuro equipo
olímpico de gimnasia rítmica. |
Entrevista realizada por las alumnas del
colegio La Paz
María Pardo es guapa. Tiene 28 años,
mide un metro y setenta centímetros y pesa
58 kilos. Hace once años llegó a pesar
sólo 42 kilogramos. En ese momento se rebeló
y dijo "¡Basta ya!".
Su historia, así contada, sin más datos,
podría ser la de una chica que sufrió
una anorexia, pero, como ella dice, "gracias
a Dios, no fue así". Y no. Lo suyo fue
pasar por el equipo nacional de gimnasia rítmica.
Un equipo que se cansa de ganar medallas y trata,
según muchas de las que estuvieron allí,
a las gimnastas de modo inhumano.
Pregunta.- ¿Cuándo
empezaste en la gimnasia rítmica?
Respuesta.- A los ocho años,
en la Escuela Municipal de Torrelavega, por casualidad.
Yo estaba haciendo otro deporte y mi madre se enteró
por la radio de que abrían la escuela municipal,
y hasta hoy.
P.- ¿Cuántos
días a la semana entrenabas?
R.- Ya en el equipo nacional, entre
ocho y diez horas diarias.
P.- ¿En cuántos
campeonatos participaste?
R.- Participé en cinco campeonatos
de España de grupo, tres individuales y campeonatos
regionales y sectores. Cuando alcancé un nivel
mayor llegué hasta los internacionales. Viajé
a mucho lugares como Francia, Alemania, Japón,
Grecia...También pude participar en dos mundiales
y un campeonato europeo.
P.- ¿Por
qué renunciaste a los Juegos Olímpicos?
R.- Era un momento muy duro tanto
personal como laboral, llevaba tres años en
el equipo nacional, después de entrenar tantas
horas, participar en numerosos campeonatos…
Tenía unos quince años, era una edad
en la que ya te planteas tu futuro, yo no imaginé
nunca llegar hasta donde he llegado, y el trato que
recibíamos para mí no era el correcto,
y decidí irme.
P.- ¿Te apoyaron
en todo momento las personas más cercanas a
ti?
R.- Sí, ellos siempre estuvieron
ahí en todo momento. De todas formas, aunque
no hubieran aceptado mi decisión, era un momento
muy personal, que, al fin y al cabo, la que se lo
jugaba todo era yo.
P.- ¿Nunca
te has arrepentido de la decisión que tomaste?
R.- No, nunca, cada día que
pasa me alegro más por lo que hice. Ahora estoy
muy feliz con mi vida, y me dedico a lo que me gusta,
quizás si hubiera continuado ahora no le tendría
a la gimnasia el mismo cariño, o estaría
más agobiada. Nunca se sabe lo que puede pasar.
P.- Pasaste la adolescencia
entre dietas, exhibiciones... ¿no crees que
te perdiste otras cosas importantes en una chica de
tu edad?
R.- Bueno, pues claro, todos esos
detalles, pasan a un segundo plano, hay que tener
responsabilidad, y saber que si quieres hacer una
cosa, la debes dedicar el tiempo máximo y los
sacrificios necesarios. Aunque todavía estoy
a tiempo de hacer muchas de esas cosas.(ríe).
P.- ¿Qué
sentías cuando ganabas?
R.- Mucha emoción y alegría.
Sentir que todo el trabajo realizado da su fruto,
los momentos malos restaban importancia... Que suene
el himno de España para ti, era una sensación
inexplicable, te sentías orgullosa de tu país.
(Dice nostálgica.)
P.- ¿Qué
opinas del doping?
R.- Yo personalmente no estoy a favor,
es un mundo aparte (risa sarcástica). Creo
que se debería tomar muy en cuenta y tenerlo
muy vigilado debido a que, hoy en día, se encuentra
en todas partes. La gente lo utiliza sin control,
y no se da cuenta de lo dañino que es hasta
que ya no puede dejarlo.
P.- ¿Crees
que la gimnasia rítmica está poco valorada?
R.- Sí, sin duda. Es unos
de los deportes a los que más tiempo hay que
dedicar y está poquísimo valorado. Quizás
es por falta de dinero, publicidad, y no se trasmite
tanto por la televisión como otros deportes
como puede ser el fútbol. Cuando hay un partido
de fútbol España entera se paraliza,
en cambio, en un campeonato de gimnasia rítmica
no te enteras.
P.- ¿Has
tenido alguna lesión grave a lo largo de tu
carrera?
R.- Sí, con doce años
me rompí la rodilla izquierda, a una semana
de un campeonato de España. Obviamente no pude
asistir, y tuve una larga y lenta recuperación.
P.- ¿Actualmente
a qué te dedicas?
R.- Entreno a niñas pequeñas
entre tres y siete años, y también a
equipos nacionales. Lo cierto es que me encanta a
lo que me dedico, no supone ningún esfuerzo
para mí, ya que es lo que siempre me ha gustado.
P.- ¿Crees
que se aprende de los niños?
R.- Sí, son un mundo aparte.
Yo creo que aprendo más de ellos que lo que
ellos aprenden de mí (ríe). Me encanta
entrenarlos, son tan dulces e inocentes, no se preocupan
de si hacen algo mal y no tienen ningún miedo
al ridículo. Eso es algo en lo que les deberíamos
imitar.
P.- Has pasado de
ser el centro de atención a estar al otro lado
del tapiz. ¿Ha influido esto en ti en manera
positiva o negativa?
R.- Simplemente es distinto, ahora
mandas, pero de todas formas no es como antes, ha
cambiado mucho la gimnasia, la forma de verla, las
normas… se ha convertido en una mezcla entre
baile y aeróbic.
P.- ¿Cómo
ves hoy en día la juventud: deportista o no?
R.- Más bien no. No tiene
espíritu, ni dedicación, la gente de
hoy en día hace deporte por tener un hobby,
que está muy bien, pero no tiene la responsabilidad
suficiente para seguir adelante con él.
P.- ¿Qué
dirías a las personas que quieren hacer gimnasia
rítmica?
R.- Todos los que quieran ser gimnastas
que se apunten a la Escuela Municipal de Torrelavega,
estamos todos los días a partir de las 5:30.
Que lo intenten, prueben y conozcan el deporte. Aquí
todos tienen oportunidades (risas).
Más información:
http://www.elmundo.es/1999/09/14/sociedad/14N0064.html
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