Trabajos:
Relatos
Descubrir el placer Por Diego Rivero
Poemas
Manos abiertas
/ Sin Título Por "Ego"
Vida y muerte. Por Alejandro Mirones
Sólo eres para
mí Por Amaya Sánchez
Poesías de Amor
Poesías Por Carla Valladares
Descubrir el placer
Diego Rivero Abascal , alumno de 2ºD
del IES El Astillero.
No me explico como hay personas que pueden ser capaces de
jugar con algunos sentimientos que se consideran especiales por
ser ese ingrediente con el cual todo el mundo combina su vida.
No me explico cómo existe gente que es capaz de cambiar
este sentimiento por otro que nos vuelve brutales.
No me explico cómo el mundo puede estar tan ciego que
llega a fijarse en cosas superficiales y no se enternece ante
el llanto desesperado de una madre que impotente sujeta a su
hijo muerto entre los brazos.
¿Hay algo más bello que un atardecer en una
playa con las olas golpeando tu mente y sentir bajo tus pies
la húmeda arena sabiendo que bajo tu corazón de
hierro hay un corazón que siente y sabe amar?
Es en ese sentimiento tan especial que te hace disfrutar con
una canción, que te hace saber apreciar los pequeños
detalles de cada día, que te hace convertir los pequeños
defectos en pequeñas virtudes.
Muchos no han querido conocer este sentimiento algunos no
cesarán de buscarlo, y hay una pequeña minoría
que ya le ha hallado, pues viene con ello, pero la mayoría
no saben que este sentimiento es el único capaz de darte
vida, de entregarte el mundo en una bandeja de oro, de abrirte
las puertas y barreras que se opongan en tu camino...
Es ese, es el sentimiento que es capaz de abrir tus infinitos
espacios interiores el único que consigue hacerte ver
los de la persona amada y es el único capaz de uniros
a los dos........
Muchos habréis adivinado ya, cual es ese sentimiento,
el sentimiento que me ha guiado a escribir esta página,
es: EL AMOR... pero no el amor hacia una sola persona determinada
sino el amor hacia el mundo, la Naturaleza, el aire, las estrellas...
Cuando seáis capaces de sentir esto tendréis
vida, hasta entonces intentad adivinar de qué esta hecha
vuestra alma.
Manos abiertas
Unas manos negras sesgaron
la ilusión de tu alma,
te dejaron sólo, perdido en la
desesperación de no comprender nada.
Hundido en la soledad y el llanto
preguntabas incesantemente el porqué de tanto dolor,
y ante la impasividad
y el vacío por respuesta,
decidiste cerrarte al amor.
Otras manos, pero estas abiertas,
apelándote para que te acerques a ellas;
otras manos, pero éstas cálidas y afectivas
también maltratadas ayer, pero deseosas de dar;
otras manos, las mías
llenas de sueños y de prometedoras caricias
déjalas acercarse y acompañarte en un dulce embeleso
unidas éstas a las tuyas, enlazados los dedos
déjalas que juntas construyan un sueño.
EGO.98
Sin título
Tus pupilas se clavaron en las mías
y tu sonrisa hizo que de mis labios
aflorara otra sonrisa.
Nada importaba
ni la gente, ni sus palabras
sólo ese único e irrepetible momento.
Tú adivinabas lo que sentía,
tampoco yo trataba de ocultarlo.
La luz de tus ojos eclipsó
el comentario de alguien a quien no recuerdo.
Nada importaba..
Y entonces, por miedo a la verdad de lo que sentía
rehuí tu mirada.
Fue un instante de gloria
y una eternidad en mi mente
que recrea una y otra vez tu imagen
y de la que nunca se borrará
la belleza de tus ojos y ese dulce momento.
EGO.96
Vida y muerte
Alejandro Mirones, 2º Bachillerato
del IES José María de Pereda.
Vida. ¡Qué es vida!
vida es fulgor, fuego, pasión
vida es alborada radiante, llena de calor
vida es sentir, existir, vivir
pero vida, también, es morir
Y, ¿qué es morir ?
Morir es un paso, el último
la negrura, la nada, cl fin
es el fallo de esta tan hermosa vida
que nos muestra su término así
Cuando la blanca paloma perece
y levanta el cuervo su mirar
cuando cae la marchita rosa
y se deshace al posar
entonces, se siente la muerte acechar
Cuando el alba se torna anochecer
cuando la Luna devora al Sol
cuando el blanco se viste de negro
y el frío hiela al valor
entonces, llegó el adiós
Cuando la luz se funde en la oscuridad
cuando el pasillo se pierde en las nieblas
cuando de nada sirve conocer la verdad
entonces, llegó el momento de la verdad
Vida es en sí, muerte
y muerte a su vez, vida
porque: vida y muerte son, en realidad,
inseparables, implícitas
las dos caras unidas con maldad
Sólo eres para mí
Amaya Sánchez, alumna del IES Augusto
G. Linares de Santander.
Cuando esto esté en tus manos
entonces sabrás lo que estoy pensando,
quiero mirarte a los ojos,
ver en ellos que me quiere,
quiero estar a tu lado
para sentirme feliz,
quiero que sean tus labios
solamente para mí.
Quiero decirte al oído
lo maravillosa que eres
y que el eco lo repita
aunque sean cien mil veces.
Quiero que sepas también
que eres mi sueño,
con lo que siempre he soñado,
y que no olvidare jamás.
Quiero llorar contigo, cuando estés triste,
quiero reir contigo y ver que eres feliz,
repetir cada día,
que sólo eres para mí.
Poesías de Amor
Alumno del IES El Astillero.
Puedo creer en el simple hecho de amar y ser amado
Y caer en el olvido de la mente humana
Y recorrer las calles en busca de pasión
Esa loca pasión desenfrenada.
Puedo morir mirando tus ojos azules y
y ver el mar en tu sonrisa
Oír las risas de las musas
mientras asustadas caminan por tu alma.
La luz de tu mirada inunda mi alma
mientras de tu boca escapan
Ligeras las palabras.
Podría pasar horas y horas mirando tu cuerpo desnudo
Tus trémulos muslos se asemejan a
Las dulces rosas que con amor cultivo en tu jardín
Y que llegada la primavera
Me hacen recordar las noches de luna llena
en las cuales tu cuerpo se hacía realidad y no ficción.
Poesías
Por Carla Valladares Sánchez, alumna
del Colegio Verdemar.
Estaba todo oscuro...
El sol dormía bajo la cama de Carla.
Los pájaros volaban en silencio...
El caracol apenas se movía...
Se abrió una ventana.
Su pelo ensortijado se meció al viento
y el sol se despertó
llenando de luz el espacio...,
y la oscuridad murió lentamente.
Una sonrisa, una voz,
una palabra cálida, una caricia.
Y la luz se llenó de poesía,
de sonido y de vida.
En el Tercer Mundo.
Caminaba descalzo por la calle,
tenía los ojos negros,
del color de la tristeza.
Tenía frío, mucho frío,
y ninguna mano cariñosa.
Su madre estaba lejos,
quizá no la volvería a ver,
pero no sabía llorar.
La calle era su casa.
Sólo había tenido un juguete...
Lo encontró en una caja,
a la puerta de unos grandes almacenes,
y aquel día, recuerda, fue feliz.
Fue niño.
Octubre 1998
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