El
medio ambiente y las drogas son temas que preocupan
a los alumnos de 6º de Primaria del CP Cisneros
que han escrito cuentos para concienciar a los lectores
acerca de estos problemas.
Maxim Burcovschi: Es
importante reciclar
Carmen Liaño Alegre: El
duende verde
Cristina Muñiz Jaén: La
agenda 21
Sandra Miguens Diaz: El
señor que nunca reciclaba
Alejandro Ruiz Prieto: Boco,
el niño-droga
ES IMPORTANTE RECICLAR
Érase una vez un pueblo muy limpio donde la
gente era muy cuidadosa. En el verano, cuando eran
vacaciones, los jóvenes vinieron a ver a sus
abuelos. Eran muchos chicos y chicas y no reciclaban
nada. Compraban refrescos en latas, pipas, vino y
muchas cosas más. Tiraban las latas en los
lagos, por la calle... y decían “total
por una lata”.
Cuando los lagos se inundaron de basura y ya no tenían
agua la gente mayor vino y empezó a recoger
la basura del lago, pero ya era muy tarde. La gente
empezó a enfermar y algunos murieron. Los que
murieron eran los viejos. Cuando se terminó
esta enfermedad los jóvenes estaban tristes
porque murieron sus abuelos, y empezaron a reciclar,
para que no mueran sus hijos y ellos. Ya en ese tiempo
los jóvenes sabían que es importante
reciclar. Si no reciclaban se dañaría
la salud.
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EL DUENDE VERDE
Había una vez un bosque en el que vivía
el protector de la naturaleza: el duende verde. Estaba
muy contento porque todo estaba muy limpio y reluciente
a su alrededor. Un día un trasgo de un reino
muy lejano vino para fastidiar al duende verde, su
peor enemigo al que odiaba con todas sus fuerzas.
Al día siguiente el trasgo se puso a ensuciar
el río en el que habitaban los peces, pero
uno de ellos asomó la cabeza para poder razonar
con el trasgo. Como él era tan cabezota no
quiso hacer caso a los peces y les empezó a
tirar desperdicios que él mismo encontraba
en los contenedores. Todos fueron a quejarse donde
el duende verde y al ver que su peor enemigo había
vuelto de los confines de la tierra a donde le había
enviado, se enfadó tanto que ni le dio tiempo
para pensar lo que iba a hacer.
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El
duende verde es el protector de la naturaleza |
Cuando llegó le dijo al trasgo que se fuera
ahora mismo de su bosque pero él no le hizo
caso y se fue donde los osos, los animales más
respetados del bosque que no eran muy amigables. Al
ver que iba hacia los osos le cortó el camino
por el que estaba andando con una sencilla avalancha
de rocas enormes. El duende verde creyó que
había eliminado por completo al trasgo, pero
después de un pequeño momento de entre
las rocas surgió un pequeño brazo, una
pequeña pierna y así hasta conseguir
que saliera todo el cuerpo por completo. El trasgo
no sabía qué hacer pero se le ocurrió
una idea que nadie mejor que él podía
hacer: atacar a la fauna del lugar, es decir, a las
crías de los animales. Cuando todas las crías
desaparecieron no sabían qué hacer respecto
al asunto. De pronto a un conejo que pasaba por allí
se le ocurrió un idea extraordinaria. Al cabo
de un rato el trasgo decidió salir a tomar
el aire fresco, el conejo entró en su guarida
con los demás animales para sorprenderle. Cuando
entró el trasgo le sorprendieron todos. El
duende verde le atizó con un palo, le durmió
y por último le envió a su país
de origen. Desde aquel día el bosque vivió
feliz y en paz.
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LA AGENDA 21
Hace unos años en una ciudad vivían
un niño y una niña. La gente no reciclaba,
porque sólo pensaba en su comodidad. Cada día
había menos bosques y la gente cada día
gastaba más. A los dos niños les gustaba
mucho ir al bosque que había en las afueras.
Un día cuando llegaron al bosque vieron que
habían quitado todos los árboles y estaban
plantando eucaliptos para papel. Al lado del bosque,
vivía un señor, ya mayor, que era amigo
de los dos niños. Fueron corriendo a decírselo
pero ya se había dado cuenta del problema.
El señor les contó que había
estado hablando con los jardineros y le dijeron que
ellos no podian hacer nada. Los niños y el
señor se fueron a la ciudad a contárselo
a todo el mundo. Había gente que les decían
que mejor, "así ganaremos más dinero",
pero otra gente les contestaba "hay que hacer
algo al respecto, esto no puede acabar así".
Los chicos y el señor recogieron firmas y se
fueron al ayuntamiento. Les contaron que harían
todo lo posible. Pasada una semana recibieron noticias,
¡lo habían conseguido, no plantarán
eucaliptos, y volverán a plantar los árboles
autóctonos del bosque!
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Vieron
que habían quitado todos los árboles
y estaban plantando eucaliptos para papel |
Los niños saltaron de alegría y se
fueron a tomar algo. En el bar había gente
borracha y obesa que no hacía más que
comer y beber. Los niños y el señor
se dieron cuenta de que tenían que hacer algo
al respecto. Se fueron a casa de los niños
y se fueron al ordenador, estuvieron una hora haciendo
una página perfecta pero no les salía.
Llamaron a sus padres para que les echaran una mano.
Ya por la noche le dijeron al señor que se
quedara a dormir en su casa. El señor, muy
educado, dijo que no, pero ellos insistieron y se
quedó. A la mañana siguiente los niños
no fueron a clase porque era vacaciones. El señor
y los niños volvieron al ordenador; pasada
media hora la habían terminado, los padres
de los niños se la corrigieron y la enviaron.
Una semana después se fue notando el cambio.
La gente que había leído la página
empezaba a dejar de beber tanto y consumía
menos comida basura. Los tres se dieron cuenta de
que ellos solos no podian hacer más. Sus padres
tuvieron una idea, formar una asociación para
trabajar el medio ambiente, la salud y los valores,
a través de los colegios: la Agenda 21.
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EL SEÑOR QUE
NUNCA RECICLABA
Había una vez un señor que nunca reciclaba
y un día cuando estaba durmiendo oyó
algo. Subió al piso de arriba y vio un libro,
y cuando le abrió en cada hoja había
una frase pero estaba en otro idioma. Pasaron 34 días
y al final lo descifró. Era una especie de
idioma egipcio, lo leyó y ponía: “hay
que reciclar, hay que ayudar”. El señor
hizo caso y recicló, también ayudó
y lo más importante es que aprendió
la lección. Comprendió que los egipcios
intentaban que todo el mundo reciclara y cuidase el
medio ambiente. Así que fue a contarlo al museo,
pero nadie le creía y tampoco reciclaba.
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Hay
que reciclar, hay que ayudar |
Llevó el libro pero dijeron que lo había
escrito él. Hasta que un día en Egipto
se encontró un libro en una sala nueva que
había descubierto un arqueólogo. Pasaron
34 días, al final lograron descifrarlo. Entonces
le creyeron y todo el mundo empezó a reciclar.
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BOCO, EL NIÑO-DROGA
En un pueblo de Holanda, un niño llamado Boco
de 14 años tenía una afición:
las drogas. Su madre, que también se drogaba,
no tenía un trabajo; la habían echado
de cinco trabajos, dos pisos y un chalet por drogarse.
Su padre murió en el ejército y su único
hermano, el más listo de todos, fue el único
de la familia que dijo que no a las drogas.
Boco odiaba a su hermano porque no se drogaba; pero
un día el hermano mayor les fue a visitar,
pero el hermano menor le dijo:
- Vaya vaya vaya, si es el niño mimado de papá.
- Deja las drogas, por favor, las drogas sólo
llevan a la muerte, a la destrucción.
- Mentira, llevo un año tomando drogas y nunca
me ha pasado nada.
- Hasta que te pase.
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Las
drogas sólo llevan a la muerte y a la
destrucción |
El niño menor le dio la espalda y entró
en la casa. Al día siguiente, volvió
el hermano mayor a hablar con el hermano menor, pero
con otra persona.
- Hermano, sal un momento, aquí hay una persona
que quiere hablar contigo.
El hermano menor salió y se asombró
al ver a aquella persona.
- Papá, pero... ¿tú no estabas
muerto?
- No hijo, estaba en coma, pero no muerto.
- ¿Pero qué haces con droga en la mano?
- Como estabas muerto y no lo podía aceptar,
empecé a tomar drogas y no recordar esos momentos.
- A si que ya lo puedes dejar, ¿no hermano?
- Si, se hará lo que se pueda, hermano.
Después de unos días, toda la familia
vivió feliz y sin drogas.
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