El aluminio es un
metal que utilizamos constantemente en las latas de
conservas o refrescos, o para envolver bocadillos.
Sin embargo, es perjudicial para el medio ambiente.
Sergio da su opinión sobre ello.
El aluminio es el segundo
metal, por orden de importancia, de los cuales usa
el hombre, y el más ligero dentro de los que
se producen a gran escala (un volumen dado de acero
pesa más de tres veces el mismo volumen de
aluminio). Es el metal más abundante de la
naturaleza (forma parte entre el 7,5 a 8,1 % de la
corteza terrestre).
Para fabricar aluminio existen varios métodos
que en general constan de dos fases:
- La primera consiste en separar la alúmina
(óxido de aluminio) del mineral.
- Luego la preparación propiamente dicha del
metal se opera por electrólisis. El aluminio
es un metal electropositivo y extremadamente reactivo.
Al contacto con el aire se cubre rápidamente
con una capa dura y transparente de óxido de
aluminio que resiste la posterior acción corrosiva.
¿Qué le sucede al aluminio cuando entra
al medio ambiente?
· Se adhiere
al aire.
· Dependiendo
de las características del agua, se puede disolver
en
lagos, arroyos y ríos.
· El agua
de lluvia con características ácidas
puede disolver el aluminio
del suelo y rocas.
Es difícil resistirse en verano a comprar uno
de esos bonitos botes de refresco de aluminio. Además
de bonitos, son muy cómodos y ligeros.
Pero...
El aluminio se obtiene en grandes
minas a cielo abierto, casi siempre en zonas de selva
tropical. Sacan enormes cantidades de tierra y destruyen
grandes áreas de selva, dejando los terrenos
yermos y contaminados. Y con eso se fabrican latas
de aluminio que luego se reparten por el mundo entero.
¡Es el paradigma de lo 'antiecológico'!
Un bote de aluminio en el campo seguirá siendo
un residuo sólido dentro de 500 años.
Y el aluminio es uno de los metales más contaminantes.
Por eso...
En primer lugar, no usarlo. Todos los países
del mundo tienen abundante materia prima para fabricar
botellas de vidrio, sin necesidad de destruir las
selvas en países remotos. Compra los refrescos
en botellas de vidrio (no de plástico, que
se produce de forma igual de perjudicial). ¡
Y luego, tira la botella al contenedor del vidrio
para que lo reciclen!
Pero si no pudiste resistir
la tentación de la lata (¡eres humano!),
al menos no la tires. Aplástala con el pie
y guárdatela hasta que puedas echarla al contenedor
de las basuras inorgánicas. Fundir una lata
para reutilizarla, usa solo el 5% de la energía
necesaria para hacer una nueva, y no contamina lo
más mínimo. Haciendo esto, los Estados
Unidos ahorraron en 1995 la energía suficiente
para abastecer a la ciudad de Nueva York durante seis
meses.
Pero recuerda: ¡lo
mejor es no usarlo!
Información
extraída de la web:
http://www.cortafuegos.com/index.php?pag=ant_cosassencillas#7
MI COMENTARIO
El aluminio cuanto menos mejor
para el medio ambiente.
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