 
La energía limpia del futuro
Por Ricardo Fernández Herbosa. Alumno de Bachillerato
del Colegio Nuestra Señora de La Paz de Torrelavega.
Todo el mundo apuesta por el hidrógeno como la fuente de energía
del futuro. ¿La causa? Hará funcionar coches, fábricas
y hasta casas con un impacto medioambiental nulo.
Estamos a punto de inaugurar una época en la que devoraremos los
residuos de la combustión. Este milenio moverá sus engranajes
con un motor totalmente nuevo, que no emitirá humos grisáceos,
sino agua pura y cristalina.
Estos augurios idílicos tenemos que agradecérselos al hidrógeno,
cuya combustión no genera sustancias dañinas para el medio
ambiente.
El hidrógeno es el elemento más simple que se encuentra
en la naturaleza (está formado por un protón y un electrón)
y se obtiene de distintas fuentes: del agua, de los desechos sólidos,
de los residuos de la producción de papel y de muchas otras aguas
residuales que contienes compuestos hidrogenados. Las nuevas tecnologías
permiten ahora este fabuloso gas de las moléculas de agua (electrolisis)
a un reducido coste.

Trabajos en una planta de producción de hidrógeno.
Sus aplicaciones son innumerables y ya se ha utilizado con éxito
como carburante para la nave espacial estadounidense Space Shuttle (los
astronautas bebían el agua que producía el combustible) y
para los cohetes que ponen en órbita satélites y sondas espaciales.
Además de generar una gran energía, se trata de un carburante
ligero, de ahí su enorme utilidad para la aviación.
Sin embargo, no sólo podrá emplearse en el aire: también
en tierra firme los coches podrán matricularse como "H"
y desplazarse por medio del hidrógeno. De hecho, en la actualidad
la mayoría de los fabricantes de automóviles están
experimentando con el hidrógeno como fuente de energía. Los
coches no contaminarán y los carburantes costarán mucho menos.
De esta forma también se podrá resolver el agotamiento de
los combustibles fósiles, uno de los grandes problemas del momento.
Se calcula que las actuales reservas petroleras se habrán consumido
dentro de 30 años aproximadamente.
Las primeras aplicaciones del hidrógeno no se refieren únicamente
a los automóviles, sino también a los dispositivos necesarios
para el funcionamiento de las fábricas, a los sistemas de iluminación,
de calentamiento y acumulación de energía eléctrica.
Su trasporte a larga distancia tampoco supondrá un problema, ya que
podrán emplearse tuberías similares a las que actualmente
sirven para conducir el metano y el petróleo.
La combustión del hidrógeno se produce dentro de un dispositivo
denominado pila de combustible. En su interior la energía liberada
se transformará en energía eléctrica. Estamos pues
a punto se inaugurar una nueva época, la del hidrógeno.
Fuentes consultadas:
- Página web del Centro Universitario de Ciencias
Exactas e Ingenierías de la Universidad de Guadalajara
- El libro 'Hidrógeno Solar. La energía
limpia del futuro', de John O'M. Bockris y Nejat Veziroglu, con Debbi
Smith.
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