 
Cántabros ilustres: Juan Antonio
Gutiérrez de la Concha y Mazón
Por Ángel Luis Fernández de la Reguera
Lamo. Alumno de 4º ESO del IES Foramontanos de Cabezón de la
Sal.
Este trabajo sigue la línea iniciada el curso pasado sobre
"Personajes Ilustres Cántabros". Se trata del tercer personaje
investigado por este alumno del IES Foramontanos, que nos presenta a 'científicos
y marinos sin par dignos de ser recordados': Bustamante y Guerra y Ceballos
Neto y Bustillo han dado paso a Gutiérrez de la Concha y Mazón.
El Brigadier Juan Antonio Gutiérrez de la Concha y Mazón,
nació en Esles de Cayón el día 3 de octubre de 1760,
hijo de Don Lorenzo Jacinto Gutiérrez de la Concha y Montero, siendo
su madre Doña María Mazón y de la Sierra.
Sentó plaza de guardia marina en el Departamento Naval
de Cádiz en el 1775 a la edad de 15 años en la septuagésima
octava promoción de la Compañía de Cádiz. (Todavía no existía como tal la Academia Naval Militar
que durante años radico en San Fernando, Cádiz, hasta su traslado
a Marín, Pontevedra)
De acuerdo a su "hoja de servicios" como alférez de
fragata se incorpora al navío San Joseph de 112 cañones
pertenecientes a la escuadra del marques de casa Tilly, con navío
en el que participa en todas las acciones alrededor de la isla de Santa
Catalina hasta que regresa a España.
En 1779 se incorpora al navío San
Francisco de Paula, de la flota del almirante don Luis de Córdoba,
con el que interviene en la batalla naval del Canal de la Mancha
contra la flota inglesas del almirante Rodney al cual persigue
y acosa, sin obtener su captura por ser los barcos ingleses mucho
más ligeros, esta división de la flota estaba mandada
por el jefe de escuadra Miguel Gastón.
En el 1780, con el navío Astuto ataca el puerto de Pensacola (Estado
de Florida, USA), pero no es hasta el año siguiente que consigue
que la plaza se rinda.
Operaciones navales en América y África
Después de un regreso a España efímero en el 1781
es ascendido a alférez de navío y embarcado en el navío
San Pedro Apóstol de 74 cañones, de la escuadra del brigadier
don Francisco de Borja, han de pasar tres años en los territorios
americanos, tres años de dura experiencia visitando y guarneciendo
todos los puertos españoles del Golfo de México y las Islas
españolas del Mar Caribe. Tomando parte en todas las operaciones
navales de la campaña de América hasta el 1783, donde se le
traslada al navío Santo Domingo de 68 cañones, de este buque
que hace la línea Veracruz -La Habana, de donde partían los
convoyes hacia la Península.
Asciende y con el ascenso otro traslado, esta vez al Nuestra Señora
de Loreto, misión sumamente difícil y arriesgada, pues los
combates con los piratas Argelinos, son diarios, no solamente en las costas
de Argel y Túnez sino también en las aguas del archipiélago
Balear.
En este buque y a las ordenes del Almirante don Antonio Barceló
sitia el puerto de Argel hunden docenas de embarcaciones piratas, destruyen
completamente el puerto, pero no consiguen que se rindan los piratas ayudados
como están por el Rey de Argel.
Es desembarcado por enfermedad en el 1785, enfermedad que aprovecha hasta
el máximo para graduarse de estudios mayores bajo las ordenes de
Gabriel Ciscar en el Departamento Naval de Cartagena.
Viaje científico-político-económico
Corre el año 1788, Gutiérrez de la Concha y Mazón
es requerido para formar parte de las dotaciones de las dos corbetas que
al Mando del capitán don Alejandro Malaspina se disponen a recorrer
todas las posesiones españolas de ultramar en un viaje catalogado
científico-político-económico con miras a establecer
nuevos derroteros, vías más rápidas y segura para los
navegantes españoles, nuevas cartas geográficas, e hidrográficas,
verificación de latitudes, estudio de vientos y mareas, calado de
puertos y fondeaderos, situación militar y naval, en otras palabras,
vivir al día la situación de las posesiones españolas,
referirlas a la Corte de la manera más rápida posible, con
acceso directo al Ministro de Marina, don Antonio Valdés y Bazán
y al Rey.
Con este propósito se construyen en el Arsenal Naval Militar de
la Carraca bajo la supervisión directa de don Tomás Muñoz,
ingeniero y director del Astillero dos corbetas, "La Atrevida y
La Descubierta", proyectadas exclusivamente para la expedición,
poseían ambas corbetas facilidades especiales, ejemplo: además
de llevar su obra viva, la correspondiente chapa de cobre para impedir la
acción de la "broma", tenían sus fondos un doble
casco que les ponía a cubierto de varar, como era de temer, pues
no todos los puertos, radas y calas que pensaban usar disponían de
unas cartas de navegación perfectas (uno de los motivos de la expedición
era precisamente ese).
También se extremaron las condiciones sanitarias y los pertrechos
de todo género, incluidos repuestos de velas, jarcias. Etc. Los pañoles
de víveres estaban llenos, pudiendo almacenar víveres
para dos años, leña y agua para seis meses, en otras palabras,
se había previsto cualquier contingencia que pudiese suceder, dentro
claro está de lo lógico.
Entre las dos corbetas tenían cinco embarcaciones pequeñas,
para reconocimiento, aguadas, exploración de costas etc. La tripulación
técnica, oficiales, clases de mar, y marinería, eran todos
voluntarios, unos 70 del Departamento Naval del Ferrol y el resto del de
Cádiz.
Los científicos, marinos, naturalistas, botánicos, dibujantes,
cirujanos, disecadores, formaban en mejor equipo que España disponía
en aquellos momentos, prueba patente de ello es sin lugar a dudas el éxito
de la expedición, 62 meses de convivencia en 33.6 metros de eslora
(largo) 9.02 metros de manga (ancho)
Las vicisitudes de la expedición, las hemos ido conociendo por
medio de las breves biografías de Bustamante y Guerra y de
Ceballos Neto y Bustillo, con los que se han compuesto los dos primeros
capítulos de esta serie de cuatro, siendo este el tercero, faltando
el de Tova y Arredondo, todos ellos montañeses, marinos sin
par, dignos de ser recordados por todos nosotros.
Instrumentos de navegación
Hemos hablado de científicos y marinos, pero no hemos dicho nada
sobre los instrumentos que portaban en las corbetas para situarse, para
saber lo que habían navegado, si la derrota que seguían era
la que debían de seguir, pues estos instrumentos eran, la Brújula,
(aguja imantada que montada sobre un pivote horizontal marca siempre el
norte magnético), el Sextante, (instrumento para medir la
altura de los astros), Astrolabio, (instrumento para medir la altura
de los astros en el horizonte)el Péndulo, (cuerpo rígido
montado en un eje horizontal fijo, alrededor del cual puede girar libremente
bajo la influencia de la gravedad), Cronómetros, (reloj de
muy alta precisión que sirve para medir fracciones de tiempo pequeñísimas,
los marinos los que se utilizan para navegar protegidos por una suspensión
articulada), La Corredera, instrumento que sirve para verificar la
velocidad del barco, Bitácora (armario cerca del timón
de la nave, donde se coloca la brújula para que este siempre en posición
vertical), Cuaderno de Bitácora, (en el cual el piloto de
la nave reseña todos y cada uno de los incidentes ocurridos en el
día), Diario de Navegación, (el usado por el capitán
para relatar todos y cada uno de los acontecimientos que suceden, no solamente
durante la navegación, si no también todos los pormenores
de la vida en el barco, libro que debe de ser sellado por las autoridades
españolas competentes en todos los puertos donde el o los barcos
atraquen, verificando que todo está en orden) incluida, claro está,
la protesta de averías.
Travesía de 'La Atrevida' y 'La Descubierta'
Conocemos por los dos capítulos anteriores que las dos corbetas
salen del muelle naval de Cádiz en la pleamar del día 30 de
julio de 1789, siendo su primer destino Montevideo, (Uruguay) Río
de la Plata, Buenos Aires, la Colonia del Sacramento, la costa Patagonia
hasta llegar a Puerto Deseado(Argentina) desde allí a Egmont, (islas
Malvinas) levan anclas en la Nochebuena de 1789. Se proponen cruzar el
Cabo de Hornos, creo que es el momento haciendo un paréntesis
de hablar de dicho accidente geográfico.
El Cabo de hornos fue descubierto por dos marinos holandeses
el día 26 de enero de 1616. Estaban buscando otro camino para llegar
al Pacifico, distinto del Estrecho de Magallanes, le dieron el nombre de
"Cape Hoorn" que los españoles trocamos por Hornos, los
nombres de los dos marinos holandeses eran Jacobo Lesmaire y Guillermo
Cornelio Schouster, el último le da el nombre de la ciudad en la
que él había nacido..
En el 1619, el 5 de febrero los capitanes españoles Bartolomé
García y Gonzalo de Nadal, fijaron su latitud en la de 56º
9`, es decir mucho más aproximados que la medición que hicieron
los holandeses de 57º y 48´ no fue hasta el 1624 que se percató
el mundo que el promontorio del Cabo de Hornos no era una continuidad del
continente Suramericano si no una isla, no era parte de la Tierra de Fuego,
sino una Isla, la más al sur del archipiélago de las Heremitas,
el promontorio que domina el Cabo, no tiene más que 152 metros de
altura sobre el nivel del mar, pero su masa le da una apariencia infinitamente
mayor. Esta situado exactamente a los 55º 59`de latitud sur y 67º16`de
longitud oeste del meridiano de Greenwich.
Para conocer un poco más profundo le derrota que toman las dos
corbetas en la costa oeste del continente americano, tenemos puntos de referencia
preciosos, son la latitud sur del Cabo de Hornos y la latitud Norte de
60º18` que reza en el diario de navegación del capitán
de navío don Antonio Tova y Arredondo, miles y miles de millas marinas(la
náutica tiene 1800 metros y la terrestre 1575)
Cuando llegan a Alaska y a las Aleutianas, ya habrán
enviado a España, centenares de variedades vegetales y de la fauna
de todo el continente, cientos de dibujos, de los aborígenes, de
los puertos, de la fauna y de la flora, habrán salido en cada caso
con correos especiales, urgentes. Todo observatorio ha dado sus frutos,
cuantiosísimos, todo observatorio ha producido infinidad de información
de última hora, datos que serán analizados nada más
llegar, datos que se esperan con ansiedad febril en todo los aspectos, desde
la incidencia que pueda haber repercutido sobre la guerra de la Independencia
Americana, en el ámbito de los gobiernos de los distintos Virreinatos
y Capitanías Generales, hasta las ambiciones inglesas en el Pacifico,
el posible conflicto de límites con los EE.UU., la presencia de Rusia
en Alaska etc. etc.

Las corbetas 'Atrevida' y 'Descubierta'.
Toda reflexión, todo indicio que se envía, toda nueva carta
geográfica e hidrográfica, toda reseña sobre una cala,
una rada, sobre el calado de un apostadero, los vientos reinantes, el flujo
de las mareas, las posibilidades pesqueras, las nacientes industrias, el
comercio entre los varios puertos españoles en el Continente Americano
y entre ellos y España, de todo ello se percatan y remiten informes
nuestros marinos y científicos
Sabemos que han llegado a los 60º grados de latitud norte,
también conocemos que regresan hasta Acapulco, para desde
allí cruzar todo el Pacífico, hasta el archipiélago
de las Marianas (Humatac) o de los Ladrones, situadas al norte de las
Carolinas y el E.N.E de las Filipinas entre los 13 y los 31º N. y entre
los 143 y 147ºE., este archipiélago está compuesto por
16 islas mayores y varios islotes, se extienden de norte a sur como unas
500 millas
La isla de Guam, con la de Rota pertenecen a USA desde
el 1898, la segunda de ellas la marina americana la conoce como "East
Rota" para distinguirla de Rota la base aeronaval española-americana,
situada en Cádiz, (bajo bandera de España) fueron descubiertas
por Fernando de Magallanes el 6 de marzo de 1521, reconoció
las 16 islas en esas fechas el capitán González de Vigo,
Posteriormente fue encomendada su custodia a la Orden Jesuítica que
en el 1672, funda el primer colegio de las islas que duraría ininterrumpidamente
hasta la cesión a EE.UU. en el 1898. Estas islas servían de
escala a los barcos que hacían la carrera Manila-Acapulco.
De (Humatac) a Palatac, también en las Marianas, desde
allí el camino era corto para llegar hasta las Filipinas, recalan
en el puerto de Sorsogon y bordeando la costa de la isla de Luzon trazan
fielmente la derrota para llegar a Mindoro y Manila.
En esta capital la expedición se abre a nuevos horizontes, muy
complejos y con tiempos limites La Atrevida sale con dirección
a la colonia portuguesa de Macao, La Descubierta, mientras tanto,
reconoce a fondo la costa septentrional hasta el Cabo Bojador. El
equipo de científicos de ambas corbetas se reparte por toda las zonas
próximas a la capital. La actividad es incesante todo el mundo tiene
asignado un objetivo, las tripulaciones también ayudan hasta lo máximo,
nadie está de brazos cruzados, no hay tiempo que perder. La Atrevida
tiene que realizar en Macao la experiencia de la gravedad con el péndulo
simple, cosa que realiza antes de comenzar el regreso a Manila.
Los tres meses que se pasa la expedición en Manila
da tiempo a unos estudios muy concretos sobre la fauna y la flora,
sobre los habitantes de las islas, la mayor parte de origen tagalo-pilipino,
aunque los hay de origen malayo y borneano, la Universidad funciona regularmente
y los asentamientos españoles están en franca evolución
con una economía muy prospera.
Antes de salir de Manila, debemos de hacer referencia a la muerte del
coronel Don Antonio de Pineda y Ramírez, que perteneció
al cuerpo de Reales Guardias, pero quien sobre todo hizo de su carrera una
devoción, por ello Malaspina le nombró director científico
de la expedición; él hizo los acopios necesarios de libros
e instrumentos par la expedición. Especialista en Botánica
Física y Química, también en la conservación
de especies vegetales y animales, fue con José Espinosa y Luis Nee,
el responsable de todos los estudios botánica, geología etc.
que remitieron las dos corbetas. Se le dedico un monumento en Manila, él
había muerto de un ataque apoplejía en el pueblo de Badoc
en la isla de Luzon.
Dejan atrás Manila con rumbo a Zamboanga las dos corbetas,
van camino de regreso a España, los vientos le son favorables y el
ánimo de las tripulaciones y su moral es muy alta, se dan cuenta
que hasta el momento la expedición ha sido un éxito rotundo,
que los objetivos han sido alcanzados con creces, que pronto llegaran de
nuevo a España, una España que los va recibir como verdaderos
héroes, pues como tales se han portado en todas las ocasiones.
Las escalas se suceden de Zamboanga a Puerto Jackson, hoy Sydney, Australia,
de allí al archipiélago de Vavao, (hoy de Tonga) desde ese
puerto al del Callao en Perú, Cabo de Hornos Islas Malvinas, Montevideo
y en Convoy hasta Cádiz donde llegan el día 21 de septiembre
de 1794, tras cinco años y dos meses.
Pero algo ha pasado, Gutiérrez de la Concha y Mazón
recibe ordenes de quedarse en Buenos Aires asignado a la comisión
de limites entre las posesiones españolas y el Brasil, desde allí
y una vez terminado su trabajo regresa a España en 1802, Disfrutando
de una merecida licencia en el Departamento Naval de Cádiz, encargándose
durante ese tiempo de la corrección y edición del "Curso
de Matemáticas de Gabriel Ciscar) Texto oficial de estudio para los
guardias marinas.
Gobernador en la provincia de Córdoba,
Argentina
Es el 1803, cuando es asignado como comandante del apostadero
de Barragán (ensenada que conduce al Puerto de la Plata). En el 1806
es nombrado gobernador de la provincia de Córdoba de Tucumán.
Con Santiago de Liniers, Capitán de Navío que se refugia en
la Colonia del Sacramento ante la invasión inglesa de Buenos Aires
ocurrida en ese mismo año, zarpan con una flotilla consiguiendo rendir
la guarnición inglesa de Buenos Aires, tomando prisioneros 1200 hombres
con sus banderas del Regimiento núm.71, 26 cañones, víveres,
pertrechos, municiones etc., por estos hechos de armas el Virrey asciende
a Santiago de Liniers al empleo de Brigadier (hoy Vicealmirante) y a de
la Concha a capitán de navío.
El siguiente año 1807, una armada británica con
fuerzas de desembarco superiores a los 15.000 hombres, intenta después
de haber tomado Montevideo, desembarcar en Buenos Aires y conquistar el
Virreinato, pero más que otra cosa, deseaban los ingleses vengarse
de la derrota sufrida a manos de Liniers y de la Concha. Esta vez la derrota
es infinitamente superior, las fuerzas de desembarco son diezmadas, parte
de la flota inglesa hundida y tienen una vez mas que rendirse ante de la
Concha quien resulta herido en dicha acción. Por ella es una vez
más ascendido, esta vez a Brigadier.
Sin peligro ingles, vuelve a su gobernación de Córdoba,
es allí cuando durante una de las revueltas, que esta sembrando la
anarquía en el país, decide reunirse con Liniers, pero
sus hombres les abandonan y son tomados prisioneros por los rebeldes, quienes
los fusilan a ellos dos y a otros cuatro oficiales, Victoriano Rodríguez,
Santiago Allende, Joaquín Moreno y el obispo de Córdoba Antonio
de Orellana, su cadáveres fueron salvajemente mutilados. En el
1861 por decisión del Presidente de la Confederación Argentina
sus cadáveres son exhumados, para honrarles con honores póstumos
tres años después sus restos llegan a España en el
Bergantín de la Marina de Guerra española "Gravina",
sus restos y los de sus compañeros yacen hoy en el Panteón
de Marinos Ilustres, (San Fernando, Cádiz)

Panteón de Marinos Ilustres
de San Fernando
Bibliografía:
- Enciclopedia Espasa .
- Gran Enciclopedia de Cantabria.
- La expedición de Malaspina a los Mares del Sur
según el diario de navegación del teniente de Navío
Antonio de Tova y Arredondo, 2º comandante de la Corbeta Atrevida.
Escrito por el capitan de Navío Lorenzo Sanfeliu Ortiz 62 meses
a bordo. Editorial Naval, Madrid.
- Solares Montañeses, de Escagedo Salmón.
- Escudos de Cantabria, de Carmen González Echegaray.
- Historia de España, de Modesto Lafuente.
- Personajes de la Historia de España (ABC).
- Atlas del mundo 1492-1992 Edición V centenario,
del Readers Digest, sheperds Historical Atlas.
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