Nº45. Abril. 2004

 

Una excursión es mucho más que un autobús y un día de asueto. Nuestros reporteros se han armado de una cámara de fotos o de vídeo, un "boli" y una libreta y se han ido a ver mundo.

Reportajes:

Nieve y átomos en Garoña
Diario de un viaje a Andorra
Viaje a Madrid

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Nieve y átomos en Garoña
Por los alumnos de 4º de ESO del Colegio Santa María Micaela.

Los alumnos de 4º de ESO del colegio Santa María Micaela fuimos el pasado día 19 de febrero a Burgos, a visitar la central nuclear de Santa María de Garoña.

A primera hora de la mañana nos reunimos en el colegio para montarnos en el autobús rumbo a Burgos, pero nuestra primera sorpresa no fue otra que el autobús que venía a buscarnos era de de dos pisos.
Durante el viaje hicimos muchas bromas y lo pasamos en grande. A mitad de camino ocurrió lo que para muchos fue una grata sorpresa, paramos en una gasolinera de Burgos a "repostar" y, cuando apenas habíamos bajado del autobús, comenzó a nevar. Para muchos de nosotros era la primera vez que veíamos nevar. Con ganas de que continuara nevando regresamos al autobús y partimos rumbo a Garoña.

Cuando llegamos allí, nos recibió una chica que se portó muy bien con nosotros. Nos enseñaron cómo había aumentado el nivel de consumo energético del hombre, nos explicaron las energías renovables y no renovables y, tras esta explicación, pasamos a una sala de cine, en la que se representaba el interior de una central nuclear, y se explicaba cómo reaccionan los átomos y cómo se detiene la reacción.

Cuando esta película acabó nos enseñaron muchas otras instalaciones de las que disponía la central, así como indicadores de radiación y una maqueta muy completa en la que se mostraban todas las partes de la central nuclear. Tras esto pasamos a un salón con cámaras, que mostraba el centro de mando de la central, al que sólo tuvimos acceso a través de las dichas cámaras.
Para finalizar pasamos a una sala, que, para sorpresa de muchos, era un generoso aperitivo por parte de la central.

Cuando nos despedimos nos dirigimos hacia Frías, un pueblo medieval muy bonito. Allí comimos, cada uno por su lado, pero todos lo pasamos muy bien.

Ya tristes porque se acababa el fin del día, montamos en el autobús, pero grande fue nuestra sorpresa al tener que esperar más de media hora por culpa de la intensa nieve. Fue una excursión interesante que ninguno dudaríamos en repetir.

 

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