Nº38. Abril. 2003.
 


 

Trabajos:

Relatos
Una gota en el camino Por Rebeca Amieva de la Vega.

Poemas
Sólo dímelo Por Verónica Irizábal.
Regreso al pasado Por Beatriz Ortego, Laura Alvarez y Esther Ceballos.
Sin título Por Gabriela Estrada.
Gabriela Por Gabriela Estrada.
Semana cultural del Colegio San José Por varios autores.
21 de noviembre Por Gonzalo Soberón Casado.



 

 

 

 

 

 

 

 

Una gota en el camino
Por Rebeca Amieva de la Vega, alumna del IES Valle del Saja.

Sigilosamente la observo. Me muevo tan despacio como ella. Poco a poco me acerco y se desliza hacia mí. Pero, de repente, sin apenas darme tiempo a reaccionar, cae sobre el suelo húmedo. La tierra la absorbe. Una gota de agua murió.
Todo está mojado. La tormenta ya ha callado dando paso al viento. Los árboles que me rodean bailan al compás del ritmo invernal.

Poco a poco todo se adormece, pero siempre tengo la compañía de las luciérnagas, ayudándome a no perderme o tropezar durante la noche. El miedo a dar un mal paso me hace sentir una fuerte presión en mi pecho. Nunca se sabe, quizás me caiga y no me pueda volver a levantar o elija el camino equivocado. Es difícil ver el peligro.

Hago un descanso para dormir, no sin saber que, después, seguiré caminando hasta el anochecer venidero, cuando recostaré la cabeza sobre mis manos, hasta que pueda hacerlo sobre una almohada o el pecho de alguien; pero todavía me queda mucho camino.

Al acostarme, procuraré mirar el suelo al tumbarme, para no clavarme ninguna astilla, y al levantarme, para seguir este camino, tendré cuidado con no pisar ningún canto que pueda dañar mi pie. Porque durante este viaje aprenderé nuevas cosas todos los días, hasta llegar al final.

Algún día, puede que alguien se cruce en mi camino, para acompañarme hasta mi destino, que se convertirá en nuestro, hasta que alguno de los dos vuelva a caminar solo. O por el contrario, esa persona sólo se cruce para enseñarme algo bueno o malo - ya lo descubriré - o simplemente el camino. Si al fin la encuentro, podré crear otra vida, otro camino.



 

 

Sólo dímelo
Por Verónica Irizábal, alumna de 2º de Bachillerato del IES Santa Cruz.

 

Sólo te pido, que me digas,
que algún día volverás,
que después de tanto tiempo,
pensarás en regresar.

No te pido, no te obligo,
sólo busco en tu interior,
lo que un día compartimos,
y de repente se esfumó.

Olvidarte es difícil,
yo no elijo esa opción,
lo que busco es que te acuerdes,
de mi pobre corazón.

Sólo te pid, que me ames,
que no me olvides jamás,
que lo pienses, por favor,
estás a tiempo de cambiar.

No me digas, que no te importa,
que prefieres marchar,
y dejarme destrozada,
sin volver la viste atrás.

Si te quedas a mi lado,
volveremos a empezar,
una nueva vida juntos,
sin podernos separar.

Ni siquiera he pensado,
cómo nos podría ir,
sólo sé que a tu lado,
yo sería más feliz.

Te doy tiempo,
yo marcho,
no te quiero agobiar,
pero piénsatelo mucho,
no me vayas a engañar.

Si no quieres, y te vas,
no me mientas, dilo ya,
que si dudas, y te quedas,
volveremos a empezar.


 



Regreso al pasado
Por Beatriz Ortego, Laura Alvarez y Esther Ceballos, alumnas de 1º de Bachillerato del Colegio La Paz de Torrelavega.

A lo largo de mi cama, sin poder dormir
A las tres de la mañana, estoy pensando en mi
¿Dónde quedó esa persona alegre, viva y feliz?
¿Dónde estará ese lugar en que mi alma perdí?
Desde entonces mi presente está marcado
Y cada paso que doy es muy forzado
Y por eso:
Me arrepiento de lo que hice en mi pasado
Y quiero volver allí y mejorarlo
Pero todos mis intentos fracasaron
No me queda más remedio que olvidarlo
¡Qué fáciles de decir estas palabras
sacadas, sin pensar, de mi garganta!
Pero solamente quiero eso
Regresar a mi pasado es mi deseo


 

 

Sin título
Por Gabriela Estrada, alumna de 3º ESO del IES Jesús de Monasterio.

Un hombre del suelo,
recogió una rosa,
una rosa del suelo
un hombre recogió.

Con ella cargaba en la mano,
en la mano cargaba
una bella flor.

Tan bella como la dama
Como la dama era la flor.

No sin antes olvidar,
que ella le esperaba,
asomada en su balcón.

Con su cara sonrosada,
observando un halcón,
Que surca los cielos,
entre la masa de algodón.

El hombre llegó a su destino
en la mano llevaba la hermosa flor,
la dama extendió su mano,
a recogerla se apresuró.

Se la acercó a su cara,
para oler la bella flor,
la dama le dio las gracias,
la gracias la dama le dio.

Para despedirse un beso
Profundo y largo le lanzó.

 

 

 


Gabriela
Por Gabriela Estrada. Alumna de 3º ESO del IES Jesús de Monasterio.

 

No hay vida en el campo,
la vida se ha detenido
suspiran cuatro paredes…
Es porque Gabriela se ha ido.
No hay primavera en mis tiestos.
El invierno me abraza con su frío infinito;
Pero… Gabriela es de hielo,
El invierno está confundido.
¿Cómo helar a alguien,
que está muerto, que se ha ido?
Mi cuerpo está helado,
Pero dio calor al frío.
Suspira ahora el invierno …
Gabriela se ha ido.
Con su marcha vendrán las flores,
el cielo se llenará de brillo,
en los ríos sonará una nana,
y yo meceré a mis niños.
No vendrán manos extrañas,
a quitarles el cariño,
seré amor y dulzura,
seré calor y esperanza,
allí, lejos de todo,
volveré a ser Gabriela,
llena de amor y cariño.

 

 

III semana cultural del Colegio San José
Por alumnos del Colegio San José de Santander.

 

Por Laura Roiz

Desde el balcón dieron el pregón,
menos mal que no duró un montón.
No dimos Sociales
ni tampoco Naturales
pero sí nos marcamos
unos cuantos bailes.
En el karaoke
no estuvo Bustamante
pero muy bien cantaron
los compañeros de clase.

Por Leticia Vivas

Bailando en la tarima
pasamos un rato de risa,
los bailes fueron divertidos
y aprendimos muchísimo.
Entre pasos y sonrisas
se escuchaba "Bom Belina"
y Sor Pilar sin poderlo aguantar
se puso a bailar
La gente ya cansada
se merecía la gran chocolatada.
Estando en la discoteca
nos pusimos a bailar
al ritmo de una canción muy popular.

 

Por Aida Pereira

Con Orcos y Altos Elfos
el warhammer transcurrió
y después de muchos nervios
se proclamó al ganador
Cuando íbamos a bailar
estábamos muy nerviosos
pero al terminar
nos aplaudieron clamorosos.

Por Sandra Martínez Celador

Cada año nos reunimos
con todo nuestro entusiasmo
dispuestos a pasar un buen rato.
Olvidar el estudio por un momento
pero que ese olvido no sea por mucho tiempo
La fiesta del colegio fue algo especial
Canciones, payasos, actividades, todo singular.
Alumnos, profesores, padres, todos en solidaridad

 

Por Omar González

La fiesta del colegio fue genial
año tras año mejora aún más

Por Elena Perodia

Los bailes en la tarima
nos quedaron de risa.
En los bailes de salón
todos recibieron un pisotón.
En el karaoke
desafinamos un poquito
pero al final nos quedó muy bonito

 

Por Lorena Saiz

Nuestra clase cuando bailó
lo hizo como ninguna.
Todo el mundo nos siguió
y aplaudió con gran soltura.
El karaoke nos vio cantar saltar y bailar.
¡Cómo nos mira la gente
al vernos vociferar!.
Viendo a la gente cantar
todo el mundo se puso a bailar.
Todos bailaban, hasta Sor Pilar.

 

 

21 de noviembre
Por Gonzalo Soberón Casado, alumno de 4º ESO del IES Jesús de Monasterio de Potes.

Vi entrar al demonio
surgido del pozo del olvido
y con una reverencia

Le marqué en la frente
la fecha de mi muerte,
21 de noviembre.

Él, sorprendido, alzó la vista
Y despojándose de su capa
negra como su mismo corazón

¿Porqué ese día? Preguntó
con toda la gravedad de su voz,
como una tumba al cerrarse.

Y le respondí:

Porqué ese día
la lluvia remojará los besos
de los que se creen enamorados.

Porque ese día,
un rayo cegará en algún lugar
a un peregrino hacia la luna,
para después abrir sus ojos.

Porque ese día
Wendy traicionará de nuevo
a Peter Pan, y Sherlock Colmes
caerá junto a Moriarty

Porque ese día
los héroes anónimos de todas aquellas
batallas en las que no lucharon,
volverán para llevarnos
hasta la victoria siempre.

Porque ese día
volarán los cuervos
sobre las torres de las catedrales.

Porque ese día los lagos
de hipocresía se vaciarán.

Porque ese día
lloverá y yo sonreiré

¿O lloraré? bajo la lluvia.

Porque ojalá todos los días
fuesen 21 de noviembre
y lloviese suavecito,
lo suficiente para poder disfrutar
el dulce aroma de la lluvia,

lo justo para poder sonreír

Si tengo que morir
quiero que sea un 21 de noviembre,
sonriendo bajo la lluvia
al mismo tiempo que la lluvia
me sonría a mi.