Nº36. Enero-Febrero. 2003.

 

En Cantabria contamos con el azul de nuestros mares y ríos y el verde de nuestros campos, valles y montañas, pero todos ellos pueden dejar de serlo si no nos mostramos vigilantes.
En esta sección queremos prevenir, que siempre es mejor que curar, y por ello estas páginas acogen todo tipo de noticias, ideas, sugerencias y denuncias que tengan como norte y guía la defensa de la naturaleza y el medio ambiente.

Reportajes

El Urogallo, un símbolo en extinción
Picos de Europa, tesoro natural

 

 

 

 

 

 

El Urogallo, un símbolo en extinción
Por Alberto San Justo Molleda. Alumno de 1º de Bachiller A del Colegio Nuestra Señora de La Paz de Torrelavega.

Una de las aves más emblemáticas de la fauna cántabra se extingue inevitablemente de nuestros bosques. En los últimos años la desaparición del urogallo ha ido en aumento en nuestra región, esto es debido a causas naturales pero sobre todo debido a la mano destructiva del hombre.

En el último medio siglo, este símbolo de nuestros parajes ha experimentado una progresiva desaparición, hasta llegar al temible y poco optimista número de cinco ejemplares machos y otras pocas hembras, desapareciendo poblaciones como las de la reserva del Saja (hábitat tradicional del urogallo), y quedando reducida su presencia a tres "cantaderos" en Liébana, dentro de parque nacional de los Picos de Europa.
Desgraciadamente, las expectativas de supervivencia futura de la especie son casi nulas.

Dentro de los Picos de Europa, el urogallo se puede encontrar en los bosques más tranquilos y claros, con abundante alimento, pero debido a su escasa población y a su carácter asustadizo será difícil. De todas formas, creo que en el estado de peligro en el que se encuentra la especie, no sería conveniente vagar por su hábitat, ya que podríamos turbar su tranquilidad y no colaborar con su complicada conservación.

Esta ave "galliforme", de colores marrones y negros, con tonalidades blanquecinas en cuello y cola, de tamaño algo mayor al de un gallo de corral y pico corto, tiene una alimentación vegetariana, basada en semillas, frutos y brotes de los árboles autóctonos de nuestras montañas, como el haya, el acebo o el abedul. He aquí el primer problema de esta ave. Debido a la deforestación, estas especies arbóreas desaparecieron de muchos bosques cántabros, siendo sustituidas por otras de las que el urogallo no puede alimentarse.

Los duros inviernos, suponen también, un importante problema. Estos hacen mella en dichos ejemplares, mermando sus energías, por lo que se les hace difícil llegar hasta la estación primaveral.

Para reproducirse ponen sus huevos en la tierra, lo cual hace que estos sean un alimento fácil para los depredadores, siendo su reproducción muy baja.

Estas son las causas de su progresiva desaparición, pero si este animal ha vivido durante miles de años en esas condiciones, ¿por qué no va ha poder seguir haciéndolo en nuestros tiempos?

La respuesta esta muy clara, el continuo descenso poblacional, no es debido a la acción de la naturaleza, sino a la mano humana y a los impedimentos que esta pone al desarrollo normal de la vida biológica.

Hasta ahora las instituciones del gobierno cantabro, y sobre todo las consejerías de Medio Ambiente y Ganadería, han realizado recuentos de población, han analizado su estado, han realizado cacerías contra sus depredadores... pero creo que no se han tomado medidas suficientes. Ante esto, deberíamos luchar contra el furtivismo, regular las cacerías en los bosques donde habita el urogallo y modificar los tendidos eléctricos, eliminar cercas y vallas, controlar la deforestación y la construcción de pistas forestales, ordenar el senderismo... y sobre todo concienciar a la gente, porque un símbolo natural de nuestra región como el urogallo, no puede desaparecer así por así. El "canto" del bosque se la juega, y todos, tanto en el ámbito institucional como individual, debemos actuar.

Las imágenes de este reportaje son de las siguientes páginas web: