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Reportajes: Puentenansa, la capital del mundo
Puentenansa, la capital del mundo Puentenansa es un pueblo de montaña en el que la mayoría de la gente se dedica a la agricultura y a la ganadería. En el mes de octubre se puede escuchar la berrea, cuando los venados se aparean. Yo me llamo Manuel y vivo en Puentenansa, un pueblo de montaña que está situado en el Valle del Nansa. Antaño era un pueblo ganadero, ahora todavía lo es, pero ha bajado un poquito. Yo nací en Puentenansa y toda mi vida me he criado allí. Los inviernos son bastante duros; no hay casi nada de gente, nada más que las personas mayores y los vaqueros y algún crío. Caen nevadas casi todos los inviernos. Mi casa es de pueblo, es de piedra y de madera. Las tejas de los tejados son antiguas y otras nuevas. La mayoría de gente se dedica a la agricultura y a la ganadería. Los vaqueros están en el monte desde el día hasta la noche y los demás trabajan en los pueblos de al lado o en la capital. En verano se está bien porque hay fiestas en los pueblos de al lado y hay mucha gente. La gente que es ganadera tiene que ir al prado a hacer hierba para meterla al pajar para que las vacas puedan comer en el largo invierno. De la chavalería casi no queda nadie, porque se quedan toda la semana en la capital trabajando. Los vaqueros entre semana y los fines de semana siempre hacen dos rutinas, una por la mañana y otra por la tarde, que es ir a las vacas, limpiarlas y cebarlas. Por nuestra zona hay mucho animal de monte como jabalíes, corzos, venados y lobos. A finales de septiembre y en el mes de octubre vamos a escuchar la berrea, que es la época de apareamiento de los venados. Para escucharlos hay que meterse en el monte; los verás peleándose muy fuerte y pegando unos berridos estremecedores, pero hay que levantarse muy pronto.
Sierra-Elsa, un pueblo para conocer Sierra-Elsa es un pueblo del municipio de Cartes históricamente ligado a la minería. Celebran la festividad de San Lorenzo y la de San Cipriano. Mi pueblo se llama Sierra-Elsa y es del municipio de Cartes. Más que pueblo, estamos un poco dispersados. Sin embargo, me gusta cómo está. Arriba hay una iglesia que en el siglo XIX se incendió y la tuvieron que arreglar. Al lado de ella se puede observar que hay un pequeño barrio de casas. Todos estamos rodeados de monte. Los pueblos más cercanos son Bedicó y Mercadal. Las casas, por ejemplo la de mi abuela y la de su hermano, son grandes y antiguas. Aunque la de mi abuela se ha modificado a lo largo de los años. Mi casa, que tiene diecisiete años, es de ladrillo vista y está rodeada de pinos. Tiene planta baja y buhardilla. La de mi tío Roberto es más nueva, por lo menos de ocho años. La costumbre era que los hombres trabajaran en la mina de Reocín o de Mercadal sacando mineral o bajando a la tierra en el pozo. Normalmente eso lo hacían los hombres, por ejemplo mi abuelo. Las mujeres trabajaban en la casa cuidando a los hijos, lavando en los lavaderos e incluso, cuando llegaba el marido, arreglaban las vacas o iban a segar y cortar hierbas. Ahora mi pueblo se va a hacer un poco más grande porque tienen pensado construir dos casas. Y eso me alegra. La fiesta es el nueve y el diez de agosto, se llama San Lorenzo, como la playa de Gijón. El problema es que ya no va mucha gente porque este año ha coincidido con el concierto de David Bustamante y con las fiestas de la Patrona. Pero la gran fiesta es San Cipriano (dieciséis de septiembre). Lo mejor es ir en cuadrillas de amigos y familia, ir andando por el monte y pasar el día. Mis amigas son Laura y Beatriz; ambas son mis primas segundas. Laura tiene quince años y Beatriz doce; juntas vamos al instituto de Viérnoles. Fotos extraídas de:
El Monte Corona Dos alumnos del IES Estelas de Cantabria nos descubren el Monte Corona, un lugar de gran riqueza ecológica en el que puedes llegar a ver animales salvajes. El Monte Corona, situado en las afueras del pueblo Villasuso de Cieza, es un monte famoso por el gran pinar que tiene, las verdes matas y por la cantidad de ganado que está de primavera a otoño pastando en sus verdes y grandes campos. En la cumbre se encuentra una gran sierra, la sierra Pecina, donde las ovejas y las cabras duermen en las matas y pastan en la sierras. A la derecha de la sierra Pecina se encuentra un pernal llamado Pernal del Oso donde hay encames (*) de jabalíes y venados. Tambien es famoso por la cantidad de animales salvajes que habitan en ese lugar como venados, jabalíes, zorros, corzos, tejones, ardillas...etc En la mata de la sierra Pecina hace 100 años los antiguos pastores que cuidaban el ganado de todo el pueblo habitaban en unas cabañas construidas por ellos con lo que la naturaleza les daba. Veinte kilómetros más abajo se encuentran los caseríos de unos antiguos pastores que se siguen conservando. También se encuentra el gran bosque de El Castro con grandes precipicios. En 1936, con la Guerra Civil, la mayoría del pueblo se fue escapando a la gran braña, acampando en las antiguas cabañas hechas por los pastores y en los bosques de robles y pinos. Hace veinte años, 60 kilómetros más abajo de la sierra, en un prado de propiedad de un vecino del municipio de Cieza (Villalluso) F.M.S. y su padre F.M.B. encontraron debajo de un roble americano de más de 500 años unas losas. Con gran curiosidad levantaron una losa y encontraron el cadáver de un noble medieval . Ellos lo taparon provisionalmente y llamaron a Seprona para que mandaran
a alguien para que les dijeran qué era aquello y averiguaran la procedencia
del noble medieval. Mandaron también a un grupo de arqueólogos
para que siguieran buscando y encontraron más y más cadáveres.
Una semana después dieron la orden de que no se excavara más.
Ahora, en la actualidad, es una finca de 200 carros de tierra llamada
San Julián.
Fotos extraídas de:
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