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Esta sección está reservada para desarrollar los temas transversales, como Salud, Educación por la paz, Sexualidad, etcétera. En este espacio tiene cabida cualquier tipo de experiencia que refleje los temas alternativos, pero no por ello excluyentes, de la educación. Niños que no tuvieron infancia
Los malos tratos, los abusos sexuales... son algunas de las constantes
que roban una infancia feliz a los más pequeños. Los casos
se incrementan, por lo que es necesario que esas lacras se denuncien. Los
alumnos de 4º de Secundaria del Colegio La Salle nos envían
tres artículos, incluidos en el Plan de Acercamiento a la Realidad
(PAR), que funciona en ESO y Bachillerato. Malos tratos Los niños que no tuvieron paz
Al año se producen más de 80.000 casos de abuso sexual, pero los niños tienen miedo a decirle a alguien lo que les ha ocurrido. Una vez que el niño ha experimentado los abusos, se desarrollan en él un conjunto de ideas que son angustiantes en muchos casos. Los niños que han sido abusados sexualmente sufren después una constante pérdida de autoestima, además de tener la sensación de no valer nada. En ocasiones, se producen secuelas físicas y psíquicas, que han de ser tratadas por especialistas. ¿Qué hacer en caso de sufrir abusos sexuales?
En mi opinión, considero que el número de abusos sexuales sigue siendo muy elevado y que, por supuesto, podría disminuir considerablemente si éstos fueran denunciados. Pero el miedo a posibles represalias y, por supuesto, la vergüenza, evitan que esto sea así en todas las ocasiones.
En nuestro país, estas cifras parecen engañosas, pero son la realidad que algunos no quieren ver, ¿por qué? O son maltratadores o, si no hacen nada por denunciarlo, son cómplices. Los maltratos pueden abarcar diversidad de campos como, por ejemplo, el maltrato físico, psicológico, abuso sexual, etcétera, pero aún existen más tipos como el maltrato emocional y el síndrome de Münchhausen. Frecuentemente, se relacionan los maltratos con un bajo nivel social y esto es un dato equívoco ya que no sólo influye este factor. Según las estadísticas, el 17% de los padres que son propensos al maltrato, suelen vivir en un ambiente de tensiones y frustraciones tanto personales como laborales e, incluso, pueden haber sido víctimas de maltrato en su infancia o encontrarse en un estado de soltero, divorciado o viudo, que son las figuras más propensas a maltratar. Los jóvenes que reciben algún tipo de maltrato, suelen reflejar actitudes como, por ejemplo, reactuación del acto sexual, una pobre autoimagen, incapacidad de confianza ajena, conducta agresiva, ansiedad, miedos ... y, principalmente, muestran temor hacia la persona de quien reciben esos abusos, con lo que no son capaces de denunciar ni de hablar de ello. Ya lo decía un famoso personaje público: todos los niños tienen derecho a la dignidad como personas, pero esto no se lleva a cabo, ya que según muestran los siguientes datos han aumentado el número de denunciantes pero también, de víctimas maltratadas; Veamos esas cifras a continuación:
Según esto, y como ya he citado, el número de denuncias ha aumentado al igual que el número de víctimas con lo que se muestra un proceso de regresión en el que nada parece haber cambiado. Sin embargo, hay organizaciones que se acercan a esas realidades e intentan a su vez, abrirnos los ojos a todos. En nuestra ciudad podemos encontrar organizaciones como Cáritas, instituciones civiles y religiosas, e incluso una propuesta del Gobierno de Cantabria denominada Plan de acción para la infancia, en el que se intenta acabar con los maltratos que deterioran la formación, tanto cultural como interior de las personas. Como conclusión, esto demuestra que cada vez hay más gente que se quita la venda de los ojos y denuncia estos hechos, creando nuevas organizaciones y promoviendo planes de ayuda; pero hay una oscura realidad que aún se refleja: cada vez son más los niños y jóvenes que reciben cualquier tipo de maltrato. Y esto, es sólo el principio de una realidad que, por desgracia, se hace mucho más cercana a nuestros ojos y somos incapaces de evitarlo.
Hace tiempo que las calles de nuestros opulentos barrios se llenan de carteles y panfletos en los que claman a la libertad de niños, y ante nuestra actitud pasiva, nuestra única reacción, a lo sumo, son varios minutos de pensamientos inútiles en los que nos debatimos, pero al final las palabras se quedan sobre el papel. Quizás nuestro problema es que no estamos concienciados con esa realidad al verla lejana a la sociedad en la que vivimos y que está caracterizada por el consumo supérfluo, no es algo cotidiano y casi nunca nos dan nombres concretos o situaciones específicas. Pero ahora ha llegado algo diferente a nuestros oídos, esta vez no es en Africa y ni en un país muy dejado de la mano de Dios. El caso al que nos referimos es el de un pequeño niño al que la vida ya le había dejado otra secuela muy fuerte, ya que su madre un año antes le había abandonado por despecho. Andrei Tkachev, procedente de Rusia, nunca llegó a pensar lo que podían llegar a hacer su abuela y su familia, más concretamente su tío y la esposa de éste, quien tiempo atrás había sido su salvación y su remedio, ya que le habían acogido. Pero el punto de vista era diferente para su abuela y sus tíos, a pesar de haber aceptado quedarse con él, no le tenían aprecio alguno, únicamente era una carga económica de la que había que deshacerse. Y todo esto en una familia que tenía una situación económica buena, ya que todos tenían trabajo y buen salario. Pero el amor en este caso no pudo con la avaricia. Poco tiempo después de su acogida la abuela decidió que la situación era insostenible y le llevó a internarlo en un orfanato. Pero la cosa no quedó ahí, la sed de dinero que acechaba en esa familia descubrió un modo de ganar dinero en otra transacción con el niño, mejor que meterlo en el orfanato del cual no sacaban beneficio alguno. Cuando a la familia le interesó fueron a sacarle del orfanato alegando que su vida no tenía sentido sin él. La desalmada familia no reparó en gastos esta vez para hacerle fotos y demás útiles para su venta. La transacción no es corriente a nuestros oídos, pero iban a vender sus órganos como si de un carnero se tratase. La cruel transacción consistía en que el niño iba a ser asesinado y después sus órganos vendidos. Toda la venta iba dirigida a la mafia, pero la familia no se quería implicar en la operación de asesinato y demás así que buscó un intermediario que les pagase una abultada cantidad y que se encargará de él. Y la oferta llegó, era de nueve millones de pesetas, no obstante esta cantidad no satisfacía a la familia que después de varias negociaciones perdió al comprador. La abuela llegó hasta tal punto que se consideraba la dueña del niño, como si éste fuese un objeto nacional. Mientras tanto, la policía se enteró y empezó los preparativos de la operación, pero como no todos los países tienen los mismos medios que otros tuvieron que pedir un préstamo para llevar a cabo la operación. Ofertaron una cantidad que a la abuela le pareció apropiada, pero la codicia de ésta no tenía límites ya que a su hijo le dijo una cantidad menor y aparte de esto se ofreció a adoptar a niños para después venderlos. El pretexto que utilizaron para engañar al niño fue que un tío rico que tenían le iba a llevar a Eurodisney. Al final la justicia llevó a cabo su acción y en medio de la operación de venta la familia fue detenida, ante el desconcierto reinante el niño empezó a llorar, pero la incredulidad se adueñó de los agentes cuando la abuela dijo todo convencida de sí misma por qué se llevaba a cabo esa acción, después explicó que sólo estaban negociando su adopción pero había demasiadas pruebas que les incriminaban. Al final no todo terminó con un final feliz, ya que a los perpetradores de este crimen no les espera una larga condena, porque desgraciadamente la justicia a veces no lleva la misma velocidad que los tiempos, y las condenas son relativamente pequeñas. Desgraciadamente situaciones como estas no nos son muy cotidianas pero pasan muy a menudo, aunque pocas veces se descubren. Esta vez una vida ha sido salvada, pero por esta que ha sido salvada se pierden muchas más ante la ineficacia algunas veces de la ley y otras de la justicia. Quizás después de este escalofriante relato, que quizás nos haga reflexionar al menos algo más de lo normal, podríamos plantearnos si esa caridad compasiva es suficiente o si estamos lo suficientemente, al menos, concienciados con la situación. Pero es más difícil ver esto si es en un país que no es el nuestro, pero en cambio si sucede en nuestro país es un escándalo sonado, me remito a los ejemplos: este mismo año ha sido desmontada una red de compraventa de bebes en el País Vasco. Nosotros hemos mirado atónitos las imágenes, pero cuando
sucede más allá de la frontera psicológica del primer
mundo no es nada relevante, es un caso más. En este momento podríamos citar infinidad de frases de filósofos o de eslóganes de cualquier ONG, pero yo personalmente me he decidido por esta frase Cada vez que nace un niño trae consigo la esperanza de que Dios no está aún decepcionado del hombre. Esta frase nos da algo que pensar, si alguien no lo ve es que como persona no tiene nada que aportar. Si te fijas bien podrás hallar que la palabra codicia se encuentra
en todo el artículo pero en este mundo, aunque lo neguemos, es la
palabra que más masas mueve para bien o para mal. Pero todavía
queda esperanza mientras haya mucha gente haciendo que cada día da
la tierra y la vida para que el mañana del que tanto hablamos sea
mejor para todos y no sólo para los que viven en el tercer mundo
actual. Así que piensa de qué lado estás. | ||