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Una excursión es mucho más que un
autobús y un día de asueto. Nuestros reporteros se han armado
de una cámara de fotos o de vídeo, un "boli" y una
libreta y se han ido a ver mundo.
Reportajes:
Salou: La culminación de un
sueño
Salida a Bilbao
Tras los pasos de Roma
Intercambio con Le Dorat
Échange scolaire
Salou: La culminación de un sueño
Por Iratxe Pico, alumna de 1º de Bachiller del
IES José del Campo de Ampuero
Treinta y cuatro alumnos y alumnas de Primero de Bachiller del IES José del Campo, de Ampuero, culminaron el pasado mes de abril un sueño que venían acariciando prácticamente desde que comenzaron a estudiar. El viaje de fin de curso: unos días de auténtica libertad fuera del ámbito familiar, fuera de controles horarios, fuera de lo conocido hasta ahora, con sus amigos, con la gente que quieren y con la que han convivido durante años.
Este viaje ha comenzado años atrás, cuando comenzamos el instituto, diría yo. Durante años hemos pensado qué llevar al viaje, con quién ir, y después todo ha sido distinto, pero no por ello malo.
Salimos un viernes a las 12,30 de la madrugada, pero nuestros nervios ya estaban presentes durante toda la semana. Cuando vimos aparecer el autobús para mí fue algo extraño. Sabía que iba a vivir algo que nunca se repetiría. Puse en ese viaje toda mi ilusión y a cambio recibí gratitudes de muchos compañeros.
Un grupo de alumnas ante el Dragón Kan, en Port Aventura
Tengo, como el resto, muchas anécdotas en mi memoria, pero para
mí los mejores momentos han sido aquellos en los que estábamos
muchos como, por ejemplo, en la piscina. Aunque también algunos viajes
en autobús fueron de lo más amenos.
También hay que ser sinceros y decir que yo y muchos más ansiábamos
esta experiencia de ser un poquito libres. Y es que el curso se acaba y
el año que viene para muchos será el adiós a años
de Instituto, y cuando pase eso nos quedarán recuerdos como el de
este viaje.
Los que nos desplazamos a Tarragona posamos en el
Circo Romano; en dos palabras: im-precionante
De haber elegido algo que traerme de aquellos lugares en los que he estado habría sido esos mares, a cada cual aún si cabe más bonito. Pero me he traído risas, nuevas amistades, recuerdos y, sobre todo, me he traído tanta ilusión por seguir como la que me llevé al irme.
Recuerdo el final del viaje. Ya estábamos llegando. Apenas quedaban unos metros y en cierta forma todos enmudecimos deseando que todo volviese a empezar, soñando con que sólo cerrando los ojos todo comenzaría de nuevo. De repente, un chico dijo: "Bueno, esto se ha acabado".
Este viaje se realizó en compañía de dos profesores del instituto durante toda una semana. Se eligió ir a Salou, por ser un lugar de la Costa Dorada que cae a mano para desplazarse a cualquier sitio, por tener playa, sol y distracciones por las noches.
Claro que lo primero que hicieron los chicos y chicas fue ir a Port Aventura, a pasar un día de locura, aunque con cierta pena porque hizo muy malo, con mucho viento,y se suspendió la atracción más llamativa de todas, el Dragón Kan, por lo que no pudieron subir. Pero dio igual, se lo pasaron fenomenal.
Desde Salou se fue un día a Valencia, para visitar el Museo de
las Ciencias, una maravilla arquitectónica de Santiago Calatrava,
llena de salas para experimentar ciencia y naturaleza.
Otro día se fue a Barcelona, para ver el Barcelona modernista de
Gaudí, las Ramblas y su pulular de personas de todas las razas (y
experimentar lo que es el magreo de desconocidos que se aprovechan). En
Barcelona fueron también a Maremagnun, para ver el acuario, comer
algo y ver lo que se cocía por ahí.
Finalmente, un grupo de alumnos fue una tarde en tren desde Salou a Tarragona. Fue poquito tiempo, apenas dos horas, pero se visitó el famoso Circo Romano, el que siempre sale en los libros de historia, y se dio un paseo por la ciudad, tranquila y apacible.
Pero lo que sin duda más gustó a los alumnos fueron las
noches en el hotel de Salou. Noches de risas, intimidades, conocimiento
de la pareja o de esa/e que te gusta, alegría, libertad, en suma.
