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Todos los días los medios de comunicación nos mantienen
informados sobre los temas más diversos. Unos nos resultan especialmente
interesantes, otros aburridos, muchos incomprensibles, pero todos tiene
algo en común: son el reflejo de lo bueno y lo malo que ocurre en
nuestro país y en todo el mundo. Una alumna del Santa Clara realiza una interesante crítica sobre "la vigilancia social" y el nuevo fenómeno televisivo del momento: El Gran Primo Desde el IES José Zapatero nos envían dos Cartas apócrifas escritas con motivo de una investigación sobre dos autores. Problemas de lógica para conmemorar el año de las matemáticas enviados por alumnos del IES Augusto González Linares. Animo y a pensar.
El programa de más audiencia en la televisión, se define aquí como "un hito en la histeria de la telebasura". Tal vez, tras leer este artículo en el que se recomienda la lectura de varios libros -entre ellos "1984" de Orwell- todos hagamos una importante reflexión. No, no voy a hablar de ello... Me lo había prometido a mi misma;
pero no lo puedo evitar. ¿Por qué juzgar a la gente sin conocerla? Es algo que se
suele hacer. Es más fácil y divertido poner la etiqueta y
criticar, que desde fuera se ve todo muy sencillo. Cuando muchos de los
que se quejan del comportamiento de los concursantes, de seguro habrían
hecho lo mismo. Porque hay que recordar lo que son, concursantes. Y que
hay veinte millones de pesetas por medio, y poderoso caballero es Don Dinero,
que aquí el que no corre, vuela. ¿Hay que liarse con fulanito/menganita
para dar espectáculo? Se hace. ¿Hay que poner a todos en contra
de uno? Se hace. Porque precisamente la única baza con la que cuentan
los concursantes, es el morbo. Y esa es la razón por la que 'todo
el mundo' lo ve (el colmo es que además paguen por ello). Lo más parecido que tiene 'El Gran Hermano' con un documental,
es que los personajes son similares a hámsters dando vueltas constantemente
en una rueda. Son predecibles. Han sido escogidos para dar unas respuestas
escritas previamente en un guión, al Gran Hermano no va cualquiera,
va el que se puede controlar y el que da espectáculo seguro. Y eso
ya no es espontáneo, ni natural, ni humano, ni verdadero. Porque
en ninguna casa la gente se comporta de esa forma. Y eso es lo que es, una
casa, no un hogar, sobre todo desde el momento en el que se meten cámaras.
En realidad, 'El Gran Hermano' es llevar el critiqueo de vecindario
y los corrillos de marujas a escala nacional. Y lo único que enseña,
son las miserias humanas, tanto dentro como fuera de la pantalla. Y que
el primer día, somos todos muy majos y muy amiguetes, y después
vienen las puñaladas por la espalda, los trapos sucios, las falsedades,
y los rencores; porque 'convivir' o más bien 'competir' tantos meses
por un buen pellizco, es difícil. Y exhibirlo, es denigrante. ¿Y qué será lo próximo? Miedo tengo, terror.
En realidad, el término 'Gran Hermano' se utiliza por primera
vez en la novela de George Orwell, '1984' y que aprovecho
para recomendar tanto a detractores como adictos, al susodicho programa.
Y lo cierto, es que el 'Gran Hermano' de Orwell no tiene nada que
ver con el de televisión, y por lo menos, de eso me alegro. El verdadero
Gran Hermano, es el ojo del fascismo, de los gobiernos totalitarios,
del caudillo 'benefactor', que vela día y noche por la 'felicidad'
de sus súbditos... es el ojo que todo lo ve, que todo lo sabe, que
constantemente te observa. Esa pesadilla camuflada con carisma familiar
y mentiras, es la metáfora del dictador, el líder inexorable,
del que no se puede escapar. Y doy gracias a Dios o lo que sea, de que nuestro
'Gran hermano' aún no sea el original. Porque nadie nos asegura
que las cosas se desmadren. ¿Y cómo saber que no se nos engaña? Nos vigilan.
Hay ojos por todas partes. Lo último ha sido el MI5 británico,
que siguiendo el ejemplo de los norteamericanos y su Echelon, se
propone rastrear cualquier mensaje de correo electrónico PRIVADO
sin permiso del usuario, para controlar el espionaje y el terrorismo y sus
posibles usos y abusos de las nuevas tecnologías. Ya, claro. Según
ellos para que vivamos más seguros; pero de mientras violan la privacidad
del ciudadano. ¿Y para qué? Si una simple declaración
de amor electrónica les rompe los esquemas... Sólo espero que haberme convencido a mí misma para escribir
este artículo haya servido al menos para la toma de conciencia de
algún lector. Que dejen de ver 'El Gran Hermano' (o demás
telebasura) de contribuir a la 'causa'; y se dediquen a la lectura de un
buen libro, como por ejemplo, 1984. | ||