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Trabajos: Relatos Poemas
Las 24h de la vida de una Farola Había una vez una farola que vivía en un parque de Sevilla.
A las 7 de la mañana vio a D. Pedro el cartero, a Dª Paquita
abriendo la carnicería y a D. Juan el panadero cargándola
furgoneta. Pero cuando dieron las 9 de la mañana se apagaron todas
las farolas. ¿Qué ha pasado? De repente a las 7 en punto su bombilla se encendió de nuevo.
¡Qué contenta estaba la farola! Se sentía muy orgullosa
de poder alumbrar la acera y así ayudar a la gente que pasaba por
allí. Al atardecer la ciudad se fue quedando poco a poco silenciosa, tranquila
y cada vez pasaban menos coches. A las 4 de la mañana la farola se
adormiló, pero seguía dando buena luz, pues esa era su labor
y quería hacerlo bien.
¡ Hola !, soy el libro de Historia. Un día, harto de tener tantas guerras, reyes y revoluciones encerrados en mis hojas, decidí salir a la realidad y viajar por el tiempo para conocer todo lo que había leído y visto dibujada y fotografiado. En un descuido salté de la mochila de Angel y viajé a la Prehistoria. La gente de esta época era bastante bruta: peleaban por muchas cosas, pero casi siempre por comida. Decidí irme de allí, no fuera a ser que los hombres prehistóricos me cazaran pensando que yo era una moderna y apetitosa comida del futuro. Mi próximo destino iba a ser la época de los dinosaurios.
Una vez allí quedé impresionado. ¡Era increíble! unos animales tan inmensos como unos grandes almacenes. No me extrañó que no viviera con ellos ningún ser humano porque de ser así se lo hubiera comido de un pequeño bocado. El mundo en aquellos tiempos era muy aburrido: sólo había rocas y másrocas. Si me quedara un rato más... ¡Cuántos inventos haría!. Pero, cansado de épocas tan remotas me marché de allí y no pude conocer la respuesta a la gran pregunta:¿ Por qué desaparecieron los dinosaurios?. Como decía, quería ver una época más moderna.
Decidí viajar a la Edad Media, para observar el descubrimiento de
América realizado por C. Colón. Guiándome por la página
207 me situé en el 3 de agosto de 1492 en la embarcación Santa
María. Cualquier historiador hubiera dado su vida por estar Empezaron el viaje muy nerviosos sin saber hasta donde iban a llegar. Me impresionó mucho que no hablaran de América si era aquél su destino.¡ Oh no! Después de leerme el tema 3 recordé que Colón no buscaba América sino dar la vuelta por la esfera terrestre y llegar a las Indias. Todo transcurrió igual hasta el 12 de octubre en cuya madrugada mientras todos dormíamos se oyó: ¡Tieeeeerraaaaa!. No se puede contar con palabras la alegría de aquellos marineros que habían conseguido algo que nunca se imaginaron y que murieron sin saber: el descubrimiento de un nuevo continente. Nunca más me extrañó la expresión: "Ni que hubieras descubierto América" utilizada por los humanos. Por un día ya estaba bien, se hacía tarde en 1995 y tenía
que regresar a la mochila de Angel porque éste debía hacer
los deberes. Otro día haría más viajes y conocería
otras muchas épocas. Había sido una gran experiencia. Yo, la Carta Aquella noche de verano, larga y calurosa me enamoré del chico
que me estaba escribiendo. Él era rubio, alto y con los ojos azules.
El chico era imaginativo y se llamaba José Alberto, pero no sólo
me enamoré físicamente sino también por su forma de
escribirme, de tratarme y de cuidarme.
Yo iba con destino a Barcelona, él me cogió con sus finas y blancas manos y me llevó a un buzón amarillo y allí me echó, después vino un cartero de avanzada edad, gordo y con bigote que me trasladó a casa de la chica.
La vida no cambió nada Una gran ciudad era la jaula, estaba apresado en su soledad, temía
que sus torpes pasos le condujeran hacia la caída. ¡Estoy harto de este país! - decía mientras preparaba sus estúpidos cereales americanos, recordaba los estupendos desayunos de arroz, cogió el teléfono y pensó un número elevando los ojos como si pudiera ver, lo marcó lentamente, esperó unos segundos... - Hola, buenos días...sí ahora voy. Eran las seis y media de la mañana, el sol no había despertado, él aún sentía el frío, caminaba despacio, inseguro, escuchando el ruido de mil monstruos; como siempre llegó al periódico, empujó la puerta giratoria para salir de nuevo a la calle ante la risa de los infieles, volvió a intentarlo avergonzado, recogió sus periódicos y salió hacia la quinta avenida pensando en la palabra que todos los días gritaba en raro inglés: - USA Today. Salió el sol, sentía como sus rayos acariciaban su piel;
frías manos, húmedas algunas y casi todas sucias iban dejando
caer sobre la suya los cincuenta centavos de rigor, una de ellas le tocó,
no era sucia, ni húmeda, ni fría, era como la suya, por fin
le encontraron.
La Ardilla y la Mofeta Había una vez una ardilla y una mofeta que eran muy amigas. Un día de verano, muy soleado, doña Ardilla y doña Mofeta: - Pero doña Mofeta, ¿por qué lleva usted una bolsa tan grande?. - Porque necesito llevar protectores solares para no quemarme. - Pues a mí eso me parece una tontería - replicó doña Ardilla. Se pusieron a tomar el sol y doña Mofeta se untó bien de protector solar. Al día siguiente se encontraron doña Mofeta y doña
Ardilla. - ¡Qué razón tenías amiga Mofeta! Ayer no pude dormir por las quemaduras. - Si me hubieras hecho caso, nada de esto hubiera sucedido - replicó doña Mofeta. Hombre precavido vale por dos.
Sin temor hacia el final sin temor se sumergió en el olvido de los tiempos sin temor vio como todo lo que conocía le absorbía sin temor dijo adios y jamás volvió
La Bicicleta Un trabajo realizado a partir de la visita de un poeta con el que los alumnos han recordado: "ese juguete con el que todos, alguna vez, soñamos, cuando los Reyes Magos tenían un lugar privilegiado en nuestras vidas". Cada uno de nosotros hemos escrito un verso y con la unión de todos, hemos construido este poema. rueda y rueda la alegre con dos ruedas, eres discreta, mi amor y diversión, impulso hacia la velocidad, bicicleta, bicicleta... la bicicleta, la diversión, ¡ay mi bicicleta!... Hizo disfrutar a mi niñez porque mi bicicleta es bonita, una joven que siempre hemos soñado. mi mejor amiga en los ratos libres, de tres a dos ruedas niñez y juventud, pedalea en un paseo a la libertad, con ruedas corre que corre, si paras yo caigo, un ejercicio de evasión. anda por las calles sin nada que perder, porque la bicicleta es fea y pedalea, aprende la bicicleta. la bicicleta
Rodeada de Estrellas El agua es un espejo La luna está cansada,
Padre Nuestro (del estudiante) Profesor nuestro que estás en clase, santificado sea tu sermón, venga a nosotros tu aprobado, háganse tus exámenes con chuleta o estudiando, perdona nuestros suspensos, como nosotros os aguantamos, perdona nuestras chuletas y líbranos de suspensos. GRACIAS Elena: te quisimos, te queremos, te querremos - Te has sentado a mi lado y ahora , al lado de Dios, me recomiendas. - Curiosa y dubitativa en la tierra, feliz y segura en el cielo. - Hermosa nota que ni siquiera la muerte ha logrado desafinar. - Paso fugaz de infinita estela. - ¡Lástima que la historia del arte no recoja tus grandes proyectos! - Tu alma vive en la nuestra. - De paso corto, de infinito recuerdo. - Como pájaro que vuela al cielo, anidaste en nuestro corazón - Rastro de sencillez de genuina presencia - Armonía rescatada al séptimo cielo dominante - Tu herencia, mi cuaderno, tu corazón es mi vuelo. - Las estrellas más brillantes son las que menos duram. - Gota de agua que resbala hasta el corazón. - Serena alegría que hace brillar nuestros días. - Honda bendición, serena alegría, - Tu simpatía alegraba al día, - Representante de Noja tanto en el cielo - Hicista que amáramos lo que ambas, - Te quisimos, te queremos, te querremos. - Estrella fugaz que ilumninas - Chiki, en tu mejor vida juegas con las flores. - Salsa de la vida en la que siempre - Fuga del mundo a la partitura del cielo - Querube iluminado que dio luz a nuestros días - Abandonas nuestras vidas para Ella cuando yo más te quiero y tú más te entregas ella nos mira. cuando mi propia sombra me estorba y la más suave melodía me atormenta ella me mira. porque su presencia me intimida ella más brilla. Cuando la busco para contemplarla junto a ti ella se oculta. miro por la ventana y la veo, me esta mirando y sonriendo y por un rato me encandila, pero sin hacerme ilusiones vuelvo a la realidad sabiendo que no es a mí a la que mira ni a nadie en especial. Su naturaleza es así, y ella mira por mirar, igual que nosotros, los humanos, amamos por amar... Espiral Pero yo sólo quiero seguir aquí, arrebujado entre tus maternales sábanas, arrebujado en la utopía de tu amor. Me das un suave golpe y sigues insistiendo. Yo me escondo un poco más y sueño, sueño con una estancia vacía, con un hombre sólo en ella. El hombre camina furiosamente hacia una salida inexistente. Me zarandeas un poquito y me pides tu historia. Me abrazo a tu desnudez como a un madero redentor, te miro y sonrío, sonrío y te miro. Vuelvo a mis sueños. Ahora en la estancia hay una mujer, una mujer que se acerca al hombre, que se acerca al hombre y lo besa, y lo besa dulcemente en los labios. Se están amando sobre el vacío suelo. Me vuelves a pedir tu historia. Sello tus labios con un beso. Vuelvo a mi sueño. Han terminado de amarse. Él, apoyado en su regazo, entrecierra sus ojos. Ella le pide una historia. Él sonríe, cierra sus ojos y sueña con un hombre, un hombre arrebujado en una sábana, soñando una historia para contar. Alas de cera Ajenas alas sostienen mi vuelo Disfruto la indispensable agonía Cual Ícaro traicionado Mi sueño agoniza,
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