Nº14. Noviembre-Diciembre. 1999

 

Nuevo milenio y nueva sección. Esta página pretende ser un punto de encuentro para todos los que el cambio de siglo os sugiera algo. Demos todos la bienvenida al siglo XXI.

Nuevo milenio


Cuenta atrás: el efecto 2000
Y tu, ¿qué le pides al 2000?
Suposiciones Milenarias
Medidas contra el efecto 2000

 

 

 

1999 + 1
Por M.A.C.

Actualmente, tenemos sobre nuestras cabezas, el problema del "Efecto 2000". ¿funcionará todo el día 1 del 1 del 2000?; ¿tendremos dinero en los bancos?; ¿luz, teléfono, agua, comida....?; ¿podremos viajar?; ¿estaremos seguros?...

Un alto tanto por ciento de la población no tiene ningún miedo ante ese paso de fechas, pero día a día nos hacer pensar en ese momento y en los problemas de los ordenadores ante ese cambio de algo tan sencillo -aparentemente-como unos simples dígitos.

 

 

Y tu, ¿qué le pides al 2000?
Eduardo de Winter, alumnos de 1º Desarrollo de Aplicaiones Informáticas del IES Augusto González de Linares de Santander

Manténte alerta, pues es contagiosa. Toma precauciones, que si bien no mortal, si es peligrosa. Casi todos la pasamos, aunque solo algunos la sufren. Flota en el aire, se siente su presencia. Acosa y acosa hasta que te derriba. No la llores, no la temas, pero por favor, respétala. A golpe de noticia nos llegó y de la misma forma nos abandonara. Tan solo unos meses de existencia, tan solo nerviosismo Los organismos sanitarios apenas si la conocen, apenas si la advierten. Puede que desconocida, puede que cosa del momento, pero sus estragos todos los sentimos. No es una enfermedad al uso, aunque los síntomas, gripales se simulen. No podrás vacunarte, por que no es tu sangre quien la lleva. Se apodera de tu cerebro, lo revuelve y lo abandona. Tan solo dos síntomas la distinguen, el tecnológico y el moral.

Sí, es ella, la fiebre milenaria.

Milenaria por ser el motivo y fiebre por su semejanza epidémica. El fin de un año y el comienzo de otro es algo rutinario, lo vivimos cada 365 días, pero este año, este año, es diferente, singular. Sólo unos pocos privilegiados asisten al cambio de milenio, tan solo algunos podrán repartir los años de su vida entre dos unidades de millar distintas. Para algunos pura anécdota, para otros algo incomparable, sublime.

Pero obviando los simbolismos personales, pensemos en la perspectiva global, la visión autocrítica de eso que llamamos sociedad. El milenio se ha convertido en tema constante de portada, y quizás no tanto por derecho propio como por otorgado. ¿Por qué se ha impregnado el cambio de milenio con ese aroma de misticismo?¿Qué va a ocurrir?¿Qué nos va a ocurrir? Es aquí donde entran los dos síntomas de la fiebre milenaria.

Primero mencionamos el síntoma tecnológico y quizás el que menos debería preocuparnos. De todos es sabido, gracias a los siempre persistentes y alarmistas medios de comunicación que en el ámbito informático el paso al 2000, va a plantear una serie de retos. Y sí, digo retos y no problemas. La moderna maquinaria digital no contemplaba el paso al año que se aproxima, tenían muchos sistemas el 1999, como año fijado de jubilación anticipada. Pues bien cosas de la regulación de empleo y parece que para felicidad de casi todos y respiro de otros tantos, no habrá muchos despidos y tras bastantes esfuerzos todo seguirá más o menos como de costumbre, o sea tirando, que ni bien, ni mal. Una vez más el esfuerzo colectivo consigue superar cualquier reto planteado.

Pero dejemos a un lado el tema tecnológico, porque sin duda toda la expectación que ha despertado el cambio de milenio no se circunscribe al campo informático, ni mucho menos, ése es tan solo uno de los síntomas de la fiebre milenaria. Es la hora del síntoma más peligroso y este sí que amenaza aunque sólo sea en casos aislados, en volverse mortal. Teme por tanto al síntoma moral.

Flota en la atmósfera una opinión o más bien una sensación de que el cambio de año, el cambio de milenio que de eso se trata, va a significar algo más que un mero cambio de fecha. Se oyen, leen y ven todo tipo de noticias, pensamientos de armonía para el siglo XXI, celebraciones fastuosas, disputas por saber en qué lugar del globo comenzará antes el año, sectas que planean suicidios colectivos y mil historias más, las hay para todos los gustos. ¿Pero qué es la que va a cambiar realmente?¿Por qué se desea tanto el cambio milenarista?.
La sociedad humana del 31 de diciembre de 1999 será la misma que la de veinticuatro horas más tarde. Así pues sus pensamientos, emociones y sentimientos no habrán cambiado, podrán contar a sus nietos que vivieron en dos siglos diferentes, en dos milenios diferentes, pero ellos, su propio ser será el mismo, el que era, será. Por tanto, quizás no debamos preocuparnos tanto por el 2000 y el efecto 2000 y sí por lo que somos, por lo que legamos. Si deseas luchar por un futuro mejor, puedes hacerlo pero no hace falta que esperes al próximo siglo, hazlo hoy, mejora hoy, quizás así recojas los frutos el próximo milenio. Vive cada minuto, no como si se tratase del ultimo, sino como lo que realmente es un instante irreemplazable de tu vida, un momento que si dejas pasar, no podrás disfrutar. Lucha por ti, lucha por tu futuro, que a ti te pertenece y solo tú lo puedes construir. Valora lo que tu esfuerzo te ha hecho alcanzar, lo que te ha dado, pero sobre todo valora lo que tienes, de lo contrario quizás solo llegar a atisbar su valor, su importancia, cuando su carencia te muestre el vacío. Olvida la fiebre milenaria y preocúpate por tu fiebre personal.

El 2000 aun y con todo traerá revuelo, no sé si consecuencias (yo creo que no tantas), pero parece y de hecho es, el milenio, la excusa idónea para magnificar y engrandecer la tradicional celebración de fin de año, aunque eso ya sea mera cuestión personal y ahí no entro, por lo menos hoy. Bueno, si me lo permitís sólo una ligera acotación y es que me pregunto: ¿de los millonarios proyectos conmemorativos que se están desarrollando en multitud de países se donará también el 0,7% a los países del llamado tercer mundo, que por mucho que lo queramos alejar sigue siendo también el nuestro? Aunque claro, la fiesta va por barrios y siempre hubo clases.

No deja de ser preocupante la extrema polarización no sólo de la sociedad humana, sino sobre todo de sus sentimientos, de sus reacciones. Obviamos situaciones extremas, hambre y guerras, para atender en primera plana, en portada, en primicia el cambio milenario, sus celebraciones y gastos. Resulta lógico preocuparnos por los problemas de nuestra sociedad, pero eso no otorga licencia al olvido, por que el sufrimiento ni olvida, ni perdona. El bagaje con que nos quedemos, el balance que hagamos quedará para nosotros, pero nada más, poco podemos nosotros cambiar y poco o nada va a cambiar.

El 1 de enero del 2000 la fiebre milenaria irá remitiendo, será entonces y solo entonces cuando sepamos de su alcance real y de sus consecuencias constatables y sufribles. El horizonte milenario, cada vez más cercano, pocos cambios prevé. Mira de frente al futuro y pregúntate, ¿qué le pido yo al 2000?
No esperes la respuesta, búscala y lucha por ella.

 

 

Suposiciones milenarias
Por Eduardo De Winter López, alumno de 1º de desarrollo de aplicaciones informáticas del IES AugustoGonzález de Linares de Santander

Supongo que una noche más la Luna volverá a salir, que las estrellas mitigarán la noctámbula oscuridad y que los astros seguirán orbitando. Supongo que hará frío o quizá no, que el reloj del pasillo doce campanadas dicte, que éstas en tu corazón un vuelco provoquen, o quizá doce y no supongo, aseguro que dormirás más bien poco. Supongo que la sombra de la noche poco a poco ira medrando, que el astro rey a una nueva aurora nos convocará y que la suavidad de su luz, el velo de tan singular crepúsculo descubrirá. Supongo que singularmente anual, que singularmente centenario y quizá singularmente milenario (con licencia del 2001, usted disculpe).

Suposiciones aparte, la realidad y la objetividad tienden a mostrarnos que la transición entre milenios, que la noche de fin de año, será como una noche mas, como un fin de año mas, nada de cataclismos físicos, nada de hecatombes ni nada por el estilo, al menos desde un punto de vista físico o científico.

Pero esto no cambia lo ya acontecido, y es que llevamos meses en los que día tras día, noticia tras noticia y advertencia tras advertencia se nos bombardea con el cataclísmico cambio de milenio. Los medios de comunicación nos advierten con mas frecuencia del tiempo exacto que aun nos queda por vivir hasta la llegada del 2000, que de la hora en la que vivimos. Se nos traslada un nerviosismo extremo acerca de las consecuencias de este fin de año, recientemente incluso la ONU recomendó que hiciéramos acopio de víveres y demás enseres de primera necesidad, por si las moscas o mejor dicho por sí el 2000. ¿Pero qué hay de realidad y qué de ficción en toda esta parafernalia?

La problemática tecnológica que se teme, pudiera desencadenar el cambio de milenio, tiene una sencilla explicación informática. Desde tiempos inmemoriales los programadores, dada la necesidad de economizar en gestión de memoria redujeron la representación del año a dos dígitos, dándose por sentado el 19??. Así pues la representación del 2000, se realizaría añadiendo 00, con lo cual los sistemas creerían hallarse o haber retrocedido al 1900. ¿Consecuencias? Tremendamente amplias y dispares, desde la cancelación de todas las tarjetas de crédito por caducidad, el descontrol de los sistemas bancarios, desajuste en los sistemas de control del trafico, tanto aéreo como terrestre, hasta otras tan simples como que multitud de electrodomésticos y sencillos aparatos electrónicos programables dejarán de funcionar. Probablemente si no se hubiesen tomado medidas, se produciría una reacción en cadena que nos conduciría al más oscuro de los caos.

Y bien, ¿se han tomado medidas?. A esta pregunta al igual que a la anterior no se le puede dar una respuesta exacta que nos satisfaga y tranquilice a todos. Sin embargo los propios intereses creados tienden a ofrecer una respuesta afirmativa. Por ejemplo, y muy a nuestro pesar, ningún banco se ha mostrado hasta la fecha dispuesto a que se anulen inmediatamente todos los prestamos por que su sistema informático crea que estamos en el 1900, bien se han encargado de decirle que no, que no, que estamos en el 2000 y pueden seguir cobrando intereses.
Visto queda pues que un gran porcentaje de los problemas que podrían aparecer se solventan por el interés de las partes implicadas y, aunque actualizar los sistemas probablemente haya supuesto un fuerte esfuerzo humano y económico, las perdidas que se podrían ocasionar serían infinitamente mayores (bendito capitalismo).

El campo que parece más propenso a causarnos quebraderos de cabeza es el de los pequeños aparatos domésticos, lo cual hace que nos llevemos el problema a casa. Los mas afectados serán aquellos que ya tienen unos ciertos años de antigüedad, los que adquirimos antes de la concienciación milenaria. En estos casos lo más efectivo será cruzar los dedos y pedir al señor 2000 que el castigo no sea demasiado severo y, si no nos escucha, pues nada, a comprar otra tostadora, que a la mía buena falta le hace.

Por la información que se nos está haciendo llegar últimamente, parece que con el cambio milenario no existirán grandes desbarajustes, ni grandes cataclismos, que nos suman de nuevo en la edad de piedra. Pero como nada es perfecto, podemos esperar que alguna cosilla sí que suceda, probablemente nada de trascendente importancia, pequeños detalles por decirlo de modo conciliador, así que algo de paciencia sí que habrá de tener. Ya se sabe, cosas del milenio. Lo que no acabo de entender es por qué hasta hace unos meses todas las noticias que se daban eran tremendamente pesimistas, tenebrosas y desastrosas y por el contrario, de un tiempo a esta parte todo es un bálsamo de aceite, nos tratan de transmitir la tranquilidad necesaria para recuperarnos del susto anterior. En fin, supongo que serán consecuencias de la sociedad de la información, aunque esto más bien me suena a desinformación.

Siglo XX, así son las cosas y así se las hemos contado. Les esperamos el próximo milenio en una nueva edición, mientras tanto pueden seguir informados en www.interaulas.org

 

Medidas contra el efecto 2000
Por Susana Posada Santamaria, alumna de 2º de Administración de Sistemas Informáticos del IES Augusto González de Linares.

Apenas falta un mes para que¡¡¡¡Viva el Año 2000!!!! ¡Las doce uvas de nuevo! Pero este cambio de año se vislumbra diferente, distinto. Va a ser una Nochevieja especial.

Sumamos un año más, pero no cambiamos una cifra,sino cuatro, lo cual a cualquier nivel es algo francamente novedoso y bastante significativo.

Con ello, el mundo entero sentirá no sólo la pasada de un año en nuestras vidas, sino que se producirán una cúmulo de reacciones hasta ahora inimaginables en todos los ámbitos.

Desde grupos que filosofan sobre el sentido de la vida, como viajes a cualquier lugar por ahí perdido.

Un tumulto de sensaciones y sentimientos varios y a gusto de todos.

Un Navidad distinta

Pero no, esta Navidad, no será como todas. Este año no sólo serán las personas carentes de medios las que no podrán celebrarla como a ellos les gustaría .Por una vez y sin que sirva de precedente, trabajarán muchos empresarios grandes, medianos y pequeños,y muchos altos cargos de la economía y de las comunicaciones... al mismo tiempo que muchos honrados obreros, a los que no les quedará más remedio que apencar, acompañándoles aunque sólo sea en la forma.

Todos se privarán de comer demasiado, de reir en exceso o beber más de una copa, por lo menos hasta que pase la barrera de la Nochevieja y empiece el año nuevo, por lo menos hasta que comprueben que todo sigue "controlado" y que el mundo y todos nosotros seguiremos igual sea para bien o para mal.

Sí ya os habréis dado cuenta de lo que os estoy hablando: del temido EFECTO 2000 o problema Y2K. Nos centraremos en él y para ello necesitaremos una ubicación cronológica.

Rondaba el año 1964 y un programador del centro de cálculo de la Universidad de Madrid manejaba un IBM 7090,una máquina con un enorme"cerebro"que ocupaba 250 metros cuadrados y consumía la energía de un pueblo de 5000 habitantes..Era el ordenador más potente de toda España.

En aquella época ya se pensaba en el problema de la transición pero lo dos primeros dígitos ocupaban demasiado espacio y el futuro se palpaba demasiado brillante.Sin embargo, ni ellos mismos podían imaginar que lo que estaba ocurriendo en aquel momento seguiría vigente casi 40 años después y que la llegada del año 2000 se podría convertir en la vuelta al año 1900.

Pero este 31 de diciembre preocupa a los gobiernos y empresas de todo el mundo y también a cualquiera de nosotros. Resulta tremendo perder el control de las cosas, lo cual se ha convertido en todo un desafío y en un enorme problema.Curiosamente la sociedad moderna está regida por los ordenadores que ahora no son capaces de procesar la llegada del s. XX

Se podrían producir fallos en las comunicaciones,caos en la bolsa, problemas en el tráfico aéreo... Sin olvidar que el mundo posee en sus manos misiles asesinos y hasta bombas atómicas controladas por ordenadores y unas centrales nuclares idem de idem.....En fin, que es muy complicado y peligroso.

En los países desarrollados ya se han invertido más de 100 billones de pesetas para pagar esa seguridad y en España cerca de 70.000 millones de pesetas.

Medidas de seguridad

Sirvan de ejemplo algunas medidas tomadas ya por seguridad:

Se ha creado un Comité de Emergencia desde la Presidencia del Gobierno de más de 100 personas, (pero sea como sea,y aún después del primer simulacro de avión en Tenerife, la gente se resiste a viajar en avión el último día del año.)

También se ha creado un Comité de Emergencia Eléctrica. Además,l el otro día vimos a un alto cargo de la Economía muy satisfecho haciendo una operación en el cajero suponiendo que fuera el día 1 de enero de 2000, realizada con éxito.

De todos modos, todos los bancos están en contacto con el Banco de España para que ese día ante una emergencia no falte efectivo.

Hasta en los hospitales como en el "Ramón y Cajal" se están preparando 180 camas libres y sólo se atenderán urgencias, además de un aumento del personal del 30-50%.

El único que no tiene demasiado que temer es el pequeño usuario, porque no se borrará la información del disco duro. Lo único que se trastocará será la agenda personal, en el caso de tenerla, porque evidentemente "perderá el norte".

Y sobre una respuesta legal reparadora,sí la tenemos y sí hay base jurídica para que el consumidor recurra, aunque no sé hasta qué punto.
Por lo menos queremos creer que no estaremos desamparados.

Consejos para evitar problemas:

  • De todas formas, unos consejillos por si podemos evitar algo:
  • Verifique que los aparatos susceptibles de cambio están adaptados al nuevo año.
  • Realice copias de seguridad de sus programas y documentos antes del fin de año.
  • Si sus productos no están adaptados avise al vendedor.
  • Guarde los documentos financieros,como recibos de pago, justificantes.
  • Conserve las facturas de agua, luz, gas, para evitar errores.
  • Al suscribir una póliza de seguros o renovar la enterior observe si tiene exclusiones de riesgos derivados del 2000.
  • No tire los resguardos de operaciones relacionadas con operaciones de crédito,ni transacciones en el extranjero...
  • Si dispone de un plan de pensiones observe que se siguen cumpliendo en el 2000.
  • En caso de comprar un equipo informático,el vendedor debe indicarle si está preparado para afrontar el milenio.
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    Como podemos imaginar va a ser una Nochevieja movidita y no sólo por la salsita de Chayanne y Celia Cruz (como todos los años).

    Pero no todo van a ser malas noticias,este fenómeno traerá consigo su parte positiva humana aunque sólo sea por mero interés y es que se incrementarán como nunca las relaciones internacionales

    Todos los países estarán en contacto entre ellos, y sobre todo, con los primeros en sentir la llegada del nuevo y ansiado año: Nueva Zelanda, Australia, Japón, que por franja horaria son los primeros.

    Presiento que durante esa noche y la venida del Año,todas las emisiones se cortarán continuamente para darnos avances de telediarios con la grata noticia de que todo sigue igual, exactamente igual, como dijo aquél .