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... ciudad, mi pueblo, mi barrio... el entorno geográfico, social y humano de cada centro visto por sus alumnos. Reportajes para conocer el medio en el que cada escuela o instituto desarrolla su labor educativa.
Reportajes:
Las Marzas
Antiguo Instituto de Liébana
El Mercado de la Esperanza
El Capricho de Gaudí
Las Marzas
Por Eduardo Gutiérrez Martínez, alumno
de 1º de ESO del IES Augusto González Linares.
Mi pueblo es Cañeda, cerca de Reinosa. Es un pueblo bastante bonito. Por lo menos a mí me gusta. Quiero hablaros de una fiesta que celebramos todos los años: las marzas, unas fiestas muy antiguas que se celebran el último día de febrero.
Unos días antes de cantar las marzas nos reunimos todos los niños y niñas del pueblo para preparar la fiesta. Lo que más nos cuesta es hacer los farolillos: construimos un cubo de madera, le clavamos por abajo un palo, para poder agarrarlo bien; dejamos la parte de arriba abierta y dentro clavamos una vela; por último, abrimos agujeros en las paredes del cubo y las forramos con papel de colores, cada cara de un color.
Luego preparamos el resto de las cosas: una cesta para llevar los huevos que nos dan la gente, la hucha para el dinero (con un bote de colacao al que hacemos una raja en la tapa) y un cartel. Para hacer el cartel vamos a buscar un trozo de madera cuadrado no muy gordo ni muy grande y ponemos la peña que somos, después clavamos el palo para cogerlo. Algunos chavales llevan candiles.
El día de las marzas por la noche salimos todos juntos y vamos llamando de casa en casa. Preguntamos "¿canta-mos, rezamos o nos vamos?". En unas nos mandan cantar y en otras, si ha fallecido algún familiar hace poco nos mandan rezar, y así hasta que acabamos todas las casas del pueblo. Vamos llenando la cesta con huevos, chorizo, dinero, etc.
Al día siguiente hacemos recuento de lo que hemos sacado y a la semana siguiente quedamos con la madre de cualquier chaval para ir al supermercado a comprar las cosas necesarias para la fiesta. Ese día cenamos todos los que cantamos las marzas y después jugamos; si sobra algo lo dejamos para el día siguiente para comer.
He puesto ahora tres canciones de marzas:
1ª canción:"Canción de los Sacramentos"
incorpórate en la cama si les quieres escuchar:
Primero es el bautismo, ya sé que está bautizada,
que te bautizó el cura para ser buena cristiana.
Segundo es la confirmación, ya sé que está confirmada
que te confirmó el obispo para ser buena cristiana.
Tercero es la penitencia y esta es la que me echan a mí.
El hablar contigo a solas no lo puedo conseguir.
Cuarto es la comunión, ya sé que está confesada
que te confesó el cura para ser mi enamorada
Quinto es la extremaunción: de extremos a extremo
te quiero, ni de día ni de noche en pensar en ti no duermo
Sexto es el orden y yo cura no he de ser,
en los libros de la vida toda mi vida es tu bien
Séptimo es el matrimonio y es el que vengo a buscar
y aunque tus padres ni quieran contigo me he de casar.
2ª Canción:
a la puerta de tu casa si nos quieres escuchar
Marzo florido seas bienvenido, seas bienvenido
Con el mucho pan, con el poco vino, con el poco vino
Traemos un burro cargado de aceite, cargado de aceite
Para freír los huevos que nos dé la gente, que nos dé la gente
¡Ay qué cuchillito veo relumbrar, veo relumbrar!
¡Ay qué tajadita nos van a sacar, nos van a sacar!
Y eran los pequeños y eran los mayores, y eran los mayores
Y para [aquí se dice el nombre] un ramo de flores,
un ramo de flores.
3ª canción
Y las chicas bonitas sacan los tiestos a los balcones
Venimos visitando a los habitantes de todo el pueblo
Estas viejas costumbres nos las dejaron nuestros abuelos
A cantar, a cantar, con amor, con amor, los marceros llaman a tu puerta
A cantar, a cantar, con amor, con amor, recogemos duros y pesetas,
chorizos y huevos, tocino y jamón y el porrón
Antiguo Instituto de Liébana
Por Noelia, Elena, Pilar, Luz y Yolanda, alumnas del
IES Jesús de Monasterio (Potes)
El antiguo instituto estaba situado en lo que es hoy la Cruz Roja. Fue fundado en 1846 por la Sociedad de Amigos del País de Liébana, y se llamaba Colegio Libre Adoptado. En sus aulas había unos 300 alumnos, de los que más de 200 estaban internos porque en aquella época las comunicaciones eran muy precarias en el valle lebaniego.
Entrevistamos a José Antonio, un profesor que ejerció en el antiguo colegio, que actualmente ejerce en el instituto como encargado de la biblioteca.
Nos contó que antes los alumnos pagaban por asistir a clase; hacían los exámenes aquí pero venían a examinarles de Torrelavega, aunque tenía en cuenta las notas y el parecer de sus respectivos profesores.
Cuando pasó a ser instituto, la enseñanza comenzó a ser gratuita y, en cierto modo, algunas cosas comenzaron a cambiar: la disciplina, la forma de dar clase y demás.
En el antiguo colegio había unos 300 alumnos, la mayor parte, unos 220, estaban internos porque en aquella época las comunicaciones eran más complicadas que ahora.
Venían alumnos no solo de la comarca de Liébana sino también de Valdeón, Panes o San Vicente de la Barquera.
Los mejores, los de Valdeón, gracias al cura
Una anécdota que nos contó José Antonio es que los alumnos de Valdeón eran los que mejores notas sacaban, parece ser que por la previa preparación del cura del pueblo.
Las asignaturas que se impartían eran prácticamente las mismas de ahora; la única diferencia es que se profundizaba más en Latín y Griego. También se daba una asignatura que hoy ha desaparecido: Formación Político-Social.
