El Aula Hospitalaria Valdecilla celebró Halloween
y, además de preparar una decoración
especial, elaboró un cuento relacionado con
esta festividad. Tanto los autores como los profesores
del aula se lo pasaron de maravilla durante el proceso
creativo, que tuvo alguna que otra interrupción
del personal médico, como suele ser habitual.
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El vampiro fue
a visitar la décima planta de la residencia. |
Un vampiro en la décima
Érase una vez un vampiro que se coló
en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
Pensaba subir a la planta décima de la Residencia,
donde estaban durmiendo un montón de niños.
Deseaba hacer una visita nocturna a todos los pequeños
de la planta. Se relamía pensando que primero
les daría un suave "besito" en el
cuello y después les clavaría los colmillos.
El vampiro entró en la habitación 1031,
allí dormía plácidamente Lara,
una buena jugadora de balonmano. Lara se despertó
y gritó, pero enseguida reaccionó; cogió
el mando de la tele y se lo tiró al visitante
a la cabeza. El vampiro se puso a llorar, pues la
niña, que era una gran tiradora, le había
dado un buen golpe en los colmillos y se los había
roto.
¿Qué puede hacer un vampiro con los
colmillos rotos? Lara le aconsejó que se fuera
a su casa a descansar en su ataúd. ¡Pobre
vampiro!

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