Siempre
queremos tener un aspecto que roce la perfección,
embellecernos de cualquier forma, y una de las formas
más comunes es el maquillaje. Pero, ¿de
verdad sabes cuál es el precio de la perfección?
Mediante varios estudios realizados
durante estos últimos años se ha demostrado
que muchas mujeres que se maquillan muestran cambios
bastante perceptibles en su piel o incluso en su visión.
Una de cada cuatro mujeres que se maquilla admite
que ha sufrido enfermedades leves en los ojos, como
pueden ser conjuntivitis, irritaciones o escozor,
todas ellas debidas al uso del maquillaje en la zona
ocular. Generalmente en los ojos los tipos de maquillaje
que más se suelen usar son: el rímel,
el delineador y la sombra de ojos.
Con varios estudios realizados por la Fundación
Rementería, se ha demostrado que las mujeres
más afectadas son las que hacen un uso muy
constante del rímel para realzar sus pestañas.
Además de esto, está demostrado que
la gran mayoría de las mujeres se maquillan
los ojos más de tres veces por semana. Esto
es muy poco recomendable, porque aumenta el riesgo
de que aparezcan infecciones por el uso de maquillaje
cuando la mujer lleva lentes de contacto. En las portadoras
de lentillas también produce irritaciones e
incluso cicatrices en la córnea, que son provocadas
por una bacteria llamada pseudomona, dificultando
la visión, aparte de ser difíciles de
tratar ya que se producen en zonas muy sensibles.
Otro dato de interés es que una gran parte
de las mujeres que usan delineador lo usan por dentro
de la pestaña, cosa que no es muy recomendable,
ya que así sube el riesgo de la aparición
de alguna de las enfermedades antes citadas.
La piel es una parte de nuestro cuerpo que necesita
una limpieza constante para poder regenerarse, dejando
atrás las células que ya no sirven.
Cuando se usa maquillaje en exceso, se tapan los poros
de la piel y, por tanto, se obstruyen los folículos
pilosebáceos que dan lugar al crecimiento del
pelo, haciendo que los efectos a largo plazo sean
la aparición de arrugas mucho más visibles
en las personas que siempre han usado cosméticos,
lo que no ocurre en las personas que usan muy de vez
en cuando este tipo de productos.
Las enfermedades más frecuentes suelen ser:
reacción acneiforme, que es una reacción
en la piel muy parecida al acné; el acné
secundario, que es la formación de cicatrices,
nódulos etc. en la cara; alergias o urticaria,
que es la aparición de ronchas rojizas, abultadas,
que producen prurito (picor) en la superficie de la
piel.
En una encuesta realizada a un grupo de 100 mujeres
sobre el uso de productos desmaquillantes, los resultados
son: el 34% usa leche limpiadora, el 30% productos
especiales, el 16% gel, el 4% agua micelar y el 10%
otro tipo de productos. En cambio, el 78% reconoció
que nunca se les había pasado por la cabeza
mirar la composición de los cosméticos;
por lo tanto, no saben cuál es el tipo de desmaquillante
que más les favorece según los ingredientes
del maquillaje, llegando a usar uno que les podría
perjudicar.

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