Aixa Delgado
Lobeto, alumna de 2ºESO del IES Marqués
de Santillana, recibió una de las distinciones
del concurso Jóvenes Talentos, Premio de Relato
Corto Coca-Cola, a nivel regional. Esta edición
se ha sumado a la campaña 'Positividad' de
Coca-Cola, por lo que los jóvenes escritores
contaron con un estímulo narrativo consistente
en la tarjeta de visita de Positividad Raudales, nombre
y apellido del personaje que debe convertirse en el
protagonista de su relato.
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'Si puedes imaginarlo, puedes contarlo',
lema del concurso. |
Positividad Raudales era un hombre
solitario. Vivía solo, consigo mismo. Era de
edad mediana y estatura alta. De complexión
delgada, más bien esquelética, con el
pelo largo, enmarañado, de un color rubio y
algo canoso. Sus ojos eran muy grandes, verdes, inexpresivos.
No le gustaban los colores, iba siempre de negro y
tampoco le gustaba su nombre, opinaba que no era serio.
Su casa estaba desordenada entera, con ropa por aquí,
libros por allá y siempre olía a tabaco.
El olor impregnaba la casa dándole aún
un mayor aspecto de suciedad.
Un día un niño fue
a su casa; decía que vendía lotería
porque estaban recaudando dinero en su colegio para
una buena causa. Como el hombre no era malo le invitó
a pasar, pues necesitaba compañía y
qué mejor que la de un niño. El niño
parecía tener diez años. Estaba algo
rellenito y tenía el pelo engominado en forma
de pinchos. Sus ojos azules revelaban sorpresa, incluso
temor. Estuvo preguntándole al señor
que por qué vivía solo. Le preguntó
que dónde estaban sus hijos y el hombre contestó
que no tenía.
El niño se marchó,
pero al día siguiente volvió y estuvo
regresando todas las tardes durante dos meses. Al
final se hicieron amigos. Positividad Raudales quería
mucho a Martín, que así se llamaba el
niño.
Un día el niño descubrió unas
fotos de Positividad cuando era joven. La mayoría
de ellas eran de un grupo de rock y Positividad era
el guitarrista. Le preguntó acerca de ello
y él le contó la historia. Resultó
que Positividad formó parte de un grupo de
rock muy famoso en los 80, 'Los payasos asesinos'.
Tuvieron una serie de discusiones que acabaron separando
al grupo.
Después decidió hacerse poeta y publicó
un libro que nadie compró. Para darse una última
oportunidad optó por la pintura y realizó
una exposición a la que invitó a un
crítico. El crítico fue directo y dijo
que esas pinturas costaban menos que un chicle.
Positividad se dio por vencido y
decidió alejarse del mundo cruel y malvado
que tanto le había dañado. Entonces
a Martín se le ocurrió una idea: ¿Por
qué no volvería Positividad al mundo
del arte? Pues podía ser músico, poeta
y pintor a la vez. Positividad dijo que era una buena
idea. Y decidió llamar a la compañía
de Coca-Cola y hacerles una propuesta. Él diseñaría
una canción compuesta por él mismo en
la que la compañía promocionase su marca,
pero transmitiendo lo importante que es llevar una
vida sana. La compañía aceptó
la propuesta y así se emitió su anuncio.
Le pidieron a Positividad una tarjeta para poder contactar
con él en cualquier momento. Él diseñó
una tarjeta roja, con una franja blanca y ondulada,
emulando el diseño de la Coca-Cola. en mayúscula
blanca ponía POSITIVIDAD RAUDALES y abajo,
entre paréntesis, artista. Por último
añadió abajo del todo su correo (positividad@imaginando.com).
Y así volvió Positividad al arte. De
vez en cuando le llaman para trabajos y su manager,
¿sabéis quién es?... Pues sí,
es Martín.
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