Un
viernes más, la magia del cuentacuentos hizo
presencia en la biblioteca del cole; esta vez a través
de antiguos alumnos y alumnos en prácticas:
Carmen Andrés, Celia León, Nerea González,
Jefferson Yactayo, Carolina Arce y Pilar Fernández.
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Todos sois mis favoritos. |
Estos magníficos futuros
profesores nos deleitaron con tres maravillosos cuentos.
'Frederick', donde presenta
a una familia de ratones en la que todos trabajan
preparando la llegada del invierno frío, gris
y aburrido; pero Frederick no trabaja como los demás.
Cuando le preguntan por qué no lo hace, Frederick
les explica que sí trabaja: recoge rayos del
sol, y colores, y palabras... y, en efecto, cuando
llega el invierno, Frederick saca sus provisiones.
Este cuento nos hace pensar que la producción
artística, el arte y la cultura es también
un trabajo y algo necesario e importantísimo
para ser cada día más felices, y que
nos ayuda a construirnos como personas en una sociedad
en la que la cultura nos aleja de la ignorancia y
nos hace cada día más libres.
Este sencillo cuento lleno de magia y poesía
nos acerca una vez más a permitir al niño
a reencontrarse con su propio mundo y proponerle alternativas
claras y seguras, respetando la libertad individual.
Con la representación
de 'Adivina cuánto te quiero', pudimos observar
la cantidad de amor que cabe entre los brazos extendidos
de la pequeña, cuando orgullosa dice "te
quiero todo esto". El padre, orgulloso también,
repite la operación y, como sus brazos son
más largos, la pequeña ve que su padre
la quiere más. Entonces comienza a demostrar
todo lo que sabe hacer, usando su cuerpo y sus habilidades
físicas, tanto para lograr lo que quiere como
para mostrarle a su padre que le quiere más.
Te quiero desde el suelo hasta aquí arriba,
te quiero tan alto como lo que soy capaz de saltar,
te quiero hasta donde mi vista me permite ver... pero
el padre, físicamente más grande, siempre
logra quererle un poquito más.
Lectura que calma, que abraza, que entrega amor...
Una sencilla invitación de un cuento lleno
de ternura y humor, y que insta a los niños
a expresar sus emociones, compartir afectos, conocerse
y quererse.
Finalmente, con el cuento 'Todos
sois mis favoritos' una madre osa y un padre oso cada
noche les contaban a sus tres ositos que eran los
más maravillosos del mundo. Pero un día,
los ositos empezaron a cuestionarse cuál de
los tres sería su preferido. Porque... no todos
podían ser el mejor... ¿O sí?
Cuento que se enfrenta a la expresividad del amor.
Es imprescindible enseñar a los niños
a mostrar los sentimientos y a contestar a sus preguntas
para librarles de sus temores. Necesitan sentirse
amados, aunque sean diferentes. Debemos enseñarles
a tener autoestima y a aceptar sus diferencias. Deben
aprender a quererse a sí mismos como seres
singulares y únicos y es conveniente que sepan
que a todos les queremos, con sus diferencias y su
personalidad.
Con esta
gran tarde de cuentacuentos pudimos expresar nuestros
sentimientos y ayudar a los más peques a confiar
en ellos mismos.

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