Todos los alumnos de los cursos de la ESO hicimos
una visita el pasado 26 de marzo a la Cueva de Ojo
Guareña, al norte de la provincia de Burgos,
donde aprendimos muchas cosas. En la entrada de la
cueva nos dieron unos gorritos para ponérnoslos
debajo del casco que teníamos que llevar siempre
durante la visita.
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Los
alumnos que visitaron la cueva. |
Después vimos un vídeo
de un señor que nos iba contando todas y cada
una de las cosas que íbamos a ver a lo largo
del recorrido. La cueva se extendía mucho más
allá del recorrido que hicimos, pero esas zonas
son de acceso restringido para las personas que trabajan
en ella.
En la cueva, las paredes estaban pintadas con diversos
dibujos que hicieron nuestros antepasados y nombres
marcados en cada esquina y hueco. Allí, también,
pudimos ver diversas especies de murciélagos
de varios tamaños, unos más grandes
y otros más pequeños. Además,
dentro de una especie de pozo pudimos ver cinco de
los cadáveres que habían metido después
de su muerte y se conservan hasta el día de
hoy.
En las cuevas, las corrientes del agua eran lo que
formaba las diferentes formas que están dentro
de ella. Una vez que el agua dejó de circular
por aquellos huecos y espacios, lo único que
ha quedado son grietas de diferentes tamaños
por las cuales aún sigue circulando agua de
lluvia que se adentra en su interior.
Después de esta visita fuimos
a un gran parque para comer y pasar el rato disfrutando
de la convivencia con nuestros compañeros.
Pudimos aprender muchísimas cosas y nos fuimos
a casa contentos de haber aprendido algo útil
de aquella excursión.
(Más información
sobre la Cueva de Ojo Guareña pincha AQUÍ)

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