Francisco Martín Medrano lleva
25 años dando clase en nuestro colegio, pero
además de enseñar tiene otra vocación:
el circo. Participó en el documental de los
Hermanos Tonetti y llegó incluso a actuar en
el Circo Mundial de Madrid.
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Francisco Martín Medrano con Cristian
y Cayetana. |
Pregunta.- ¿Siempre
quisiste ser maestro o tuviste alguna duda con otras
profesiones?
Respuesta.- Mi abuelo era maestro
y mi padre estuvo en La Salle de maestro y cuando
tenía vuestra edad ayudaba a los demás
y me di cuenta de que eso me gustaba. Me dijo el psicólogo
que hiciera pedagogía, pero a mí me
gustaba más ser maestro y lo de ser maestro
me parece un paraíso.
P.-
¿Tuvo alguna influencia el hecho de que tu
padre fuese maestro para dedicarte a la docencia?
R.- Sí, porque es lo que he
visto hacer, sobre todo a mi padre, a mi abuelo menos,
y además también a mi tío. Esto
me influyó mucho.
P.-
¿Cuántos años llevas dedicado
a la enseñanza? y ¿en La Salle?
R.- Yo llevo en La Salle 25 años,
en otro colegio estuve dos años y en la mili
estuve durante un año enseñando a mis
compañeros.
P.-
¿Te ha costado adaptarte a los cambios del
sistema educativo?
R.- Sí, yo notaba que al principio
me costaba menos el tema de la informática,
antes me gustaba más; ahora me cuesta y noto
que los compañeros son los que tiran de mí.
Llevo 28 años trabajando y me queda una parte
de cuatro partes. Y si lo noto es porque era yo quien
anteriormente tiraba de ellos.
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Francisco Martín Medrano con Cristian. |
P.-
¿Qué es lo que más te gusta de
esta profesión?
R.- De mi profesión la bondad
y la ingenuidad de los niños es lo que me gusta.
Por ejemplo, estoy explicando y alguien habla, pero
me encuentro con la mirada de otro que me anima a
seguir dando la clase y a veces se me saltan las lágrimas
viendo la bondad de los niños.
P.-
En ocasiones has dado muestras de tu rechazo a las
drogas. ¿Has dejado atrás algún
compañero, amigo, alumno, por culpa de ellas?
R.- Sí, de los niños
que tuve en el Barrio Pesquero, con poco más
de veinte años, falleció uno. Recuerdo
que le di clase en segundo de la ESO y el chico se
había metido en las drogas, y eso que era un
chaval maravilloso. Eso me dio mucha rabia porque
no entiendo cómo pudo acabar así.
P.-
¿Qué opinas de la juventud actual, en
cuanto a sus valores?
R.- Yo pienso que los jóvenes
tenéis más cosas que nosotros y por
ello os dais más tortas, pero yo sé
que seguiréis adelante. Pienso que sois como
nosotros éramos, pero a la vez distintos porque
sois de otra época. Pero aún así,
yo sé que os daréis cuenta de lo que
es mejor para crecer.
P.- Sabemos
que has viajado por Europa y has participado en diversas
actividades relacionadas con el mundo del circo. ¿Cómo
empezaste?
R.- Había un circo de los
Hermanos Tonetti donde veía a unos seis u ocho
chicos y chicas de mi edad que iban a actuar, y allí
empezó todo. Me gustó aquello y decidí
hacer una revista que hablara de todos los circos,
desde 1998 hasta el 2002 estuve haciéndola.
P.-
¿Actuabas en circos o en teatros para divertir
al público? ¿Qué clases de shows
mostrabas?
R.- Yo he actuado por colegios y
centros culturales y en el Teatro Real. Lo que más
he hecho ha sido payaso, como unas 200 actuaciones.
A mí los shows que me fascinaban eran los que
mostraban mímica y el humor blanco, es decir,
el preparado, y el que te hacía pensar y luego
te reías.
P.-
¿Cuántos años te dedicaste a
ser payaso? ¿En qué lugares actuaste?
R.- De payaso fui los tres o cuatro
primeros años de Magisterio y actué
en el Circo Mundial de Madrid. La gente se puso muy
contenta y llenó el suelo de flores y yo, como
era joven, me emocioné. También actué
en la cárcel de aquí, en el Coliseum
y en colegios de Cantabria.
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Francisco Martín Medrano con Cristian
y Cayetana. |
P.-
¿Cuándo decidiste dejar de ser payaso
y dedicarte a la enseñanza? ¿Por qué?
R.- Yo daba unas horas en un colegio
y lo seguía haciendo, pero eso no me llenaba,
porque eso lo hacía por diversión y
no por profesión. Pero sí me gusta proponer
cosas que hacer en el colegio y enseñaros a
vosotros para haceros disfrutar.
P.-
En el documental de los Hermanos Tonetti, ¿en
qué consistió tu participación?
R.- Yo era el que buscaba dónde
estaban las imágenes y sabía quién
las tenía y quién podía hablar
de los Hermanos Tonetti. Yo lo que hago es conocer
y facilitar contactos.
P.-
¿Has actuado alguna vez para niños hospitalizados,
con el fin de dibujarles una sonrisa?
R.- En hospitales, que yo recuerde,
no.
P.- ¿Alguna
anécdota que contar en relación a tu
vida de payaso?
R.- Sí, cuando trabajé
con un mago e hizo desaparecer una moneda, la perdió
y tuve que ir corriendo a por otra y colocársela
sin que nadie se diera cuenta.
P.-
¿Sigues vinculado a la vida del circo de alguna
manera?
R.- Sí, porque yo viajo a
ver circos y escribo sobre ellos, y no cobro por ello.
P.- ¿Tienes
pensamiento de volver a ser payaso?
R.- No, ahora lo que me gusta es
ayudar a los niños a hacerlo, y algún
director de circo pide mi ayuda para saber cómo
haría yo un espectáculo.
P.-
¿Qué vida prefieres, la de maestro o
la de payaso?
R.- Yo soy maestro; es decir, lo
de payaso me parece algo simpático, pero yo
soy maestro.
P.-
¿Que le pediste a la Navidad? y ¿al
nuevo año?
R.- Pedí la misma cosa para
los dos: la esperanza, que nunca hay que perderla.
P.- ¿Qué
opinas de la campaña de Navidad de La Salle?
R.- Pues me parece que es muy importante,
y que la vida consiste en dar y así sentirnos
felices.
P.-
¿En qué consiste la felicidad para ti?
y ¿la finalidad de la vida?
R.- La felicidad es querer lo que
somos, tu familia y amigos, el trabajo, tus compañeros
y tus aficiones. Disfrutar de lo que te gusta y piensa
bien y acertarás. La finalidad de la vida,
lo mismo; es decir, estar contentos con lo que somos.
P.-Agradecemos
el tiempo que nos has dedicado para hacer posible
esta entrevista, con ella hemos conocido un poco más
de ti. Muchas gracias, Paco.

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