José
María Arrasadera Junior es un productor andaluz
que recibe un contrato para desarrollar una película
titulada 'El vengador del Rif', inspirada en un libro
con el mismo título de Chus (Jesús María
Sáez de la Encumbrada), un escritor que se
esconde bajo seudónimo en sus obras. Para ello
cuenta con la ayuda de su guionista que, tras mucho
trabajo y documentación, consigue la dirección
del autor de libro para concienciarse realmente de
la verdadera historia que ocurrió en El Rif.
Título:
'El vengador del Rif'
Autor:
Fernando Marías
Editorial:
Editorial Anaya
Páginas:
160 |
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El teniente Joaquín Diestro
Ruiz es el protagonista de la historia. Sufrió
la muerte de su padre cuando él aún
era un militar novato, y decidió seguir los
pasos de su progenitor para que, estuviera donde estuviera,
se sintiese orgulloso de él.
Todo comenzó cuando fue destinado al Rif. Piensa
que su única misión es defender a su
país en las tierras de Marruecos, pero la verdad
es que se había integrado irrenunciablemente
en una organización de militares españoles
interesados en el oro escondido en Melilla. A ella
pertenecen Campomanes, otros tenientes como Vergara,
Verayunés o Tabletero, el periodista Tarazona,
y el comandante Kent. Los miembros de la organización
estafaban a personas (españoles, fundamentalmente)
vendiéndoles los derechos de dichas minas de
oro, y una vez que llegaban al desierto, les tendían
una trampa en la que morían asesinados por
moros que la organización contrataba. Estas
emboscadas continuaron hasta que surgió una
guerra por los conflictos que estaban sucediendo.
Durante la primera salida al desierto en la que participó
Diestro Ruiz, que aún no sabía nada
de la organización, fueron asesinados un hombre
mayor, una mujer y una niña, ya que creían
que se trataba de una emboscada por parte de los moros.
La verdad era que esa familia, junto al único
sobreviviente que hubo, un hombre joven, se dirigían
a casa de la amada de éste para pedirle la
mano y conseguir que las dos familias resolvieran
los conflictos que existían entre ambas. Se
iban a ayudar con una historia relatada por el señor
fallecido en un pergamino que nuestro protagonista
rompió a la mitad, conservando una él
y otra el hombre que consiguió escapar. Fue
en este momento cuando los miembros de la organización
estafadora sentenciaron su muerte. El superviviente
y su amada huyeron juntos y se juraron conseguir la
otra mitad del pergamino, vengarse de los asesinatos
que ocurrieron aquella noche. Llegaron hasta Melilla,
con la única pista del recuerdo del joven de
un revólver dorado de uno de los militares
(Poncela, uno de los estafados, le regaló dos
revólveres dorados al teniente Diestro Ruiz,
como premio por su valentía; uno de ellos se
lo dio a Vergara). Consiguió un puesto de sirviente
en la comandancia militar de Melilla. Los amados torturaron
a Vergara hasta que dijo toda la verdad. Fue entonces
cuando descubrieron toda la trama que tenían
entre manos y cuando empezaron a interesarse, además
de por conseguir el pergamino, por el tesoro escondido,
que consiguieron unos días después.
Se enteraron de la muerte de Campomanes en Barcelona
y la utilizaron como ayuda para amenazar al resto
de integrantes. Les enviaron notas amenazadoras, Kent
mató a Tabletero en mitad del desierto, Verayunés
se suicidó por traumas que le acompañaban
durante todo su vida y que ahora se agudizaban, Tarazona
fue asesinado por Kent con comida envenenada y Kent
fue asesinado por el joven vengador con una simple
yaga en la planta de los pies, ya que era hemofílico.
Por último, la pena más dura fue dirigida
hacia Diestro Ruiz, que vio morir ante sus ojos al
comandante Kent y al que mantuvo en terror durante
toda su vida y muerte con la siguiente nota: "Vivirás
en la angustia. Morirás en ella".
Ninguno de los miembros de la trama sospechaba de
este joven, sólo lo hacían de Vergara
que fue el primero en desaparecer. Kent, el cabeza
de la organización, quería quedarse
por cualquier medio con el oro del desierto y se alió
con unos y otros hasta que quedaron sólo él
y el teniente Diestro Ruiz, que murieron con el miedo
reflejado en sus rostros.
Aun teniendo todo el oro perdido del desierto y haber
formado una familia junto a su amada, el vengador
del Rif todavía no tenía en sus manos
la primera mitad del pergamino que relató su
padre. Esto llevó a encontrarse a su hijo y
al del teniente Diestro Ruiz, Chus, en el hogar del
último junto al guionista de la película.
Al principio todo fue violento, pero tras unir los
pergaminos y ver los revólveres de oro que
aún poseían ambos sus sentimientos y
recuerdos fueron los mismos y lograron entenderse.
Decidieron partir hacia África, a Melilla,
donde se organizaría una fiesta en honor al
descanso de sus padres. La traducción del pergamino
al castellano fue regalada al guionista, con la cual
trabajaría. Narraba la historia de una joven
que había traicionado a su marido con un amante,
y el engañado había enterrado a los
amantes en el desierto uno en frente del otro, solamente
con sus cabezas descubiertas. Les torturó durante
días, y en el momento en el que iban a ser
degollados se besaron apasionadamente delante del
marido de la mujer. Ambos murieron, pero felices porque
se habían burlado de la crueldad del hombre
que les torturó y ahora sus almas volarían
unidas por la ciudad del Rif, sin nadie que jamás
pudiera volver a separarles.
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