Esta es la historia de una niña que quería
estudiar pero no podía, porque se había
apagado la luz. Tampoco podía colorear, porque
habían desaparecido los lápices misteriosamente.

Celia estaba en su colegio
estudiando el oficio de una azafata, pero de repente
la luz se apagó y no podían estudiar.
Entonces una niña que se llamaba Paz les dijo
que había escuchado por las noticias que iba
a haber un apagón en el colegio Ramón
Pelayo, que justamente era el colegio de Celia. Cuando
volvió la luz los lápices habían
desaparecido y se pusieron a buscar por toda la clase,
pero no les encontraron. Entonces la profesora les
dio una hoja de colorear y recortar peces. Después
se fueron al patio a jugar al fútbol, dando
patadas al balón que parecían caballos
dando coces. Entonces cuando subieron a clase ya tenían
lápices y la profe les contó que los
lápices estaban por casualidad en la clase
de tercero, la de Antonio, y al final pudieron hacer
los ejercicios.

SUBIR
|
|
|
|