Los departamentos de Latín y Lengua Castellana y Literatura del IES Valle de Camargo organizaron una salida que tuvo lugar el viernes 27 de abril con los alumnos de 4º ESO (Latín) y 1º de Bachillerato (Lengua y Literatura y Latín).

Éste es uno de los mosaicos más importante de la villa, en la sala principal.

Los alumnos, acompañados de tres profesores, partieron desde el centro educativo a las 8 de la mañana y regresaron a las 7 de la tarde.

La salida tomó como recorrido el camino de Santiago, comenzando por la iglesia de San Pedro localizada en Saldaña, Palencia. Allí pudieron observar una maqueta de la villa romana que iban a ver a continuación. Además, contemplaron objetos artesanales, joyas, instrumentos de cocina, herramientas de trabajo, aparte de otros utensilios de los cuales se desconoce el uso real. Todo esto les permitió hacerse una idea general de la forma de vida de los dueños de dicha villa.

Siguiendo con la ruta acudieron a la Villa romana de La Olmeda, situada en el municipio de Pedrosa de la Vega en Palencia. Antes de nada, os informaré sobre esta reliquia. La villa romana se descubrió en el año 1968. Fue el dueño de las tierras, Javier Cortes, quien las encontró cosechando su terreno. Él sustentó la excavación durante 12 años, haciéndose cargo de todos los gastos de la reconstrucción de alguno de los mosaicos del interior de la villa. Unos años después la donó a la Diputación de Palencia, en 1980. Actualmente es reconocida como una de los mayores yacimientos romanos de Hispania. Se sabe que la villa es del siglo IV, aproximadamente. Sus dueños perdieron la casa debido a un incendio.

El recorrido por la villa duró aproximadamente cuarenta y cinco minutos en los cuales la guía explicó la ubicación de la vivienda, haciendo un recorrido por el yacimiento comentando cada parte de la vivienda familiar. Los alumnos quedaron maravillados con la magnitud de esta joya. Aunque sólo se ha recuperado la primera planta, existen unas escaleras que nos confirman que hubo otra segunda. La casa estaba compuesta de una entrada, llamada vestibulum en latín. Continuando la esencia de la villa, nos topamos con las bodegas, luego nos encontramos con la oecus para pasar a las habitaciones (cubiculum). En la otra parte de la villa están las letrinas y las termas (thermae), acabando por el comedor (triclinium). En mitad de la casa está situado el jardín interior (peristylum).

Imagen de las letrinas y las termas.

Al acabar esta interesante actividad, emprendieron camino hacia la iglesia de Santa María la Blanca en el pueblo de Villalcázar de Sirga, en Palencia. Allí el cura de la ya nombrada iglesia informó a los alumnos de todos los aspectos importantes. La iglesia fue empezada a construir a finales del siglo XII y quedó terminada, en su fábrica fundamental, a principios del XIII. Esta iglesia es principalmente románica, pero tiene detalles protogóticos. Ya que en la portada meridional de la iglesia se perciben diferentes características de ambas épocas. Dentro de ella descansan los restos del infante Felipe de Castilla y Suabia, el hijo de Fernando III el Santo, la tumba de Inés Rodríguez Girón, segunda esposa del infante Felipe, y el sepulcro de Juan de Pereira. Están expuestos en una capilla, la cual está iluminada por un gran rosetón. El retablo mayor integra piezas y elementos fabricados en diferentes épocas, comenzando por el año 1300 y continuando por el movimiento gótico del siglo XVI.

La última actividad se basó en visitar la iglesia de San Martín de Tours en Frómista, Palencia. Esta visita fue más sencilla y rápida que la anterior puesto que duró media hora aproximadamente. El guía comentó que fue construida en la segunda mitad del siglo XI por orden de doña Mayor de Castilla, como parte de un Monasterio de San Martín. Su estilo es románico y el exterior se asemeja a un castillo por las continuas anexiones que sufrió, aunque la mayoría fueron demolidas en la restauración, dejándola en su versión más original, ya que corría peligro de derrumbe.

Para reforzar los conocimientos obtenidos en esta excursión, los profesores cedieron una ficha a cada alumno en la cual debían responder a una serie de preguntas.

Como conclusión, la salida fue bastante completa y entretenida. Se procuró captar la forma de vida de los antiguos romanos de una manera diferente ya que aprender fuera de las aulas siempre es un hecho que llama la atención del alumnado.