Siguiendo
una iniciativa socialista de la anterior legislatura
y con el apoyo del PP, el actual equipo de gobierno
municipal de Torrelavega ha puesto en marcha el primer
sistema de transporte urbano de nuestra ciudad, el
Torrebús.
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Interior de
un Torrebús circulando por Torrelavega. |
La empresa concesionaria Transitia-Pavigom presta
los servicios en un contrato de 5 años de duración
que tendrá un coste inicial para la ciudad
de más de 4,5 millones de euros. El Ayuntamiento,
además, deberá correr con el coste de
la obra civil de las paradas y el desfase entre ingresos
presupuestados y reales que se detecten al final del
contrato. En este último caso, en el presente
año será de más de 1.000.000
de euros según la oposición municipal.
La concesión incluye los servicios de transporte
escolar del municipio, la grúa y el servicio
regular de autobuses urbanos, planteándose
como la columna vertebral de un plan de movilidad
en la ciudad que facilite su sostenibilidad. Sin embargo,
la concesión del transporte escolar ha sido
denunciada hace tres meses por padres de varios estudiantes,
ya que los torrebuses no están homologados
para prestar dicho servicio.
El origen del transporte urbano se encuentra en un
estudio de viabilidad del Departamento de Ordenación
del Territorio de la UC, que tuvo un coste de 60.000
euros. Sin embargo, el plan finalmente ejecutado no
se corresponde con ese proyecto, lo que ha sido el
origen de múltiples problemas. Según
los portavoces regionalista, Pedro Pérez y
de la Asamblea Ciudadana Por Torrelavega, Esther García,
no se han escuchado las recomendaciones de dicho estudio,
que desaconsejaban la utilización de las líneas
interiores del casco urbano. De hecho, una sencilla
observación callejera permite ver cómo
los autobuses circulan por la ciudad vacíos.
Las líneas exteriores, especialmente la que
une Tanos con Barreda, son las únicas que mantienen
cierta ocupación. En su conjunto, la red ha
transportado hasta ahora al 50% de los usuarios previstos
y eso teniendo en cuenta que en sus primeros meses
el servicio fue gratuito, momento desde el cual el
descenso de usuarios ha sido continuo, según
confirman los informes municipales. Ante ello, las
demandas de un reajuste de líneas, eliminando
las no utilizadas y la extensión de algunas
para darlas utilidad (la línea 1 llega hasta
el inicio del pueblo de Tanos pero no hasta su final)
ha chocado con otro gran problema del plan. Los recorridos
más interesantes están en manos de otras
concesionarias y el Ayuntamiento no ha podido rescatarlas
para racionalizar el transporte, por falta de entendimiento
con el Gobierno autónomo, pues algunas concesiones
son regionales.
Otro de los aspectos criticados por los grupos municipales
de oposición y por algunos colectivos vecinales
es la construcción de las marquesinas. Al sobrecoste
del Torrebús, se ha unido la inadecuada instalación
del cableado y las marquesinas. Para los portavoces
regionalista y del movimiento ciudadano, las obras
no se ajustan a lo determinado por el Ayuntamiento,
habiéndose realizado actuaciones en aceras
y calzadas inadecuadas, antiestéticas y en
algunos casos peligrosas, por problemas de visibilidad
de los vehículos.
Pero las deficiencias van más allá.
Las cocheras, instaladas en el barrio de la Tejera
de Barreda, carecen de cubrimiento. "Es solo
un espacio vallado compartido por el depósito
judicial, la grúa y los autobuses. El espacio
se embarra cuando llueve, la vigilancia descansa en
un solo trabajador y ya se han producido varios actos
vandálicos" refiere el concejal regionalista
Pedro Pérez. Es más, el contrato con
la empresa concesionaria decía que las cocheras
deberían estar en el Polígono Tanos-Viérnoles
y no en Barreda, que era suelo rústico. Pero
la empresa se negó, por un problema de coste.
El terreno en Barreda fue modificado para permitir
su uso y la empresa se salió con la suya. Según
la oposición, este conjunto de problemas provienen
de un pliego de condiciones en la concesión
del servicio muy mal redactado y lleno de deficiencias,
lo que ha hecho imposible al Ayuntamiento denunciar
estas situaciones y resolver el contrato.
El panorama se completa con la suspensión
del plan de alquiler de bicicletas, las obras de ampliación
de los carriles bici (los cuales desaparecen en algunos
lugares por la construcción de las marquesinas)
y la creación de un punto verde en la zona
centro de la ciudad, consistente en un banco circular
y un arbusto, presupuestado en 3.800 €. Otro
ejemplo de plan de movilidad es la construcción
de un punto de recarga de coches eléctricos
realizado por la empresa E.ON dentro de su plan 'Mobility'
y la cesión al Ayuntamiento, por parte de la
empresa Citroën, de un coche eléctrico.
Ninguna de estas dos actuaciones ha pasado por pleno
o comisión y nadie en la oposición conoce
los objetivos y condiciones de la medida. "Las
políticas municipales urbanísticas,
medioambientales y de movilidad son improvisadas y,
con esto, demostramos que los culpables son los políticos
sumisos, tanto del anterior equipo de gobierno (PSOE)
como del actual (PP)", dice Esther García.
La conclusión es que sí existen políticas
de movilidad en Torrelavega, pero no sabemos hacia
dónde.

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