|   El 
                            día 23 de abril fue elegido como Día 
                            del Libro para conmemorar el fallecimiento de los 
                            escritores Miguel de Cervantes, William Shakespeare 
                            y Garcilaso de la Vega en 1616. Para celebrar este 
                            día, Lidia escribe un cuento. 
                          
                          Había una vez una mariquita 
                            que tan sólo tenía cuatro puntos. La 
                            pobre cada día tenía que aguantar las 
                            risas de todo el mundo, hasta a la Reina le hacía 
                            gracia. Por suerte, se le daba bien todo, pero no 
                            la cogían en ningún trabajo porque tenía 
                            cuatro puntos. 
                          Un día encontró 
                            una ciudad donde todas las mariquitas eran diferentes; 
                            una nació sin patas, otra como una pulga... 
                            Entonces, decidió mudarse allí. Al cabo 
                            de dos semanas todo el pueblo echaba en falta a la 
                            mariquita Cuatro Puntos y decidieron hacer reuniones 
                            y reuniones. Probaron a sustituirla con todo tipo 
                            de mariquitas, de payasos, pero ninguno daba la solución. 
                            Un día, en una reunión, dijo un joven: 
                            - ¿Por qué no la preparamos una fiesta 
                            de bienvenida para que vuelva? y eso sí, no 
                            nos volveremos a reir de ella. 
                            - ¡Espera!-dijo un anciano- ¿Por qué 
                            no nos pintamos todos cuatro puntos? Así será 
                            una 'fiesta cuatro puntos'. 
                            - Aceptado- dijo la Reina- Preparad una carta anónima 
                            y se la enviáis. 
                          A la mañana siguiente 
                            la recibió y dijo: 
                            - ¿Quéee? ¿en mi antigua ciudad? 
                            ¿a las cinco de la tarde?- 
                          Mientras tanto, las otras mariquitas 
                            estaban preparando la fiesta y cuando la mariquita 
                            Cuatro Puntos llegó, a las cinco, todos dijeron: 
                            - ¡¡¡SORPRESA!!!! 
                            - ¿Eeeh? ¡GUAU! parece que, en realidad 
                            me parecíais. 
                            - Sí, y queremos que vuelvas, y también 
                            tus amigas si quieren. Te prometemos no reírnos 
                            de ti ni de nadie. 
                            Y todos salieron felices y comieron perdices. 
                                               
                           
                          
                             
                               
                                    
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