"¡Nihao!", saludan a coro los cien
alumnos de chino del Colegio Jardín de África.
Cada año son más los estudiantes de
mandarín en Cantabria, pero lo que para unos
es una apuesta de futuro, para otros es una necesidad.
"El 'Made in China' es una amenaza y todas las
empresas que se precien, o están ya en China
o tienen contactos allí". Lo dice la directora
de exportación de la empresa cántabra
Vitrinor.
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La profesora
Ying He durante una de sus clases de mandarín
en el Colegio Jardín de África.
/ Foto: Javier Cotera . |
El año pasado, el colegio bilingüe Jardín
de África decidió dar un paso más
en su apuesta por los idiomas y se planteó
la posibilidad de ofrecer una tercera lengua. "Nos
informamos y decidimos probar con el chino porque
se supone que, si no es el idioma del futuro, al menos
será muy importante", dice la directora
del centro, Lola Fernández.
Lo que no esperaba es que se apuntasen un centenar
de chavales. La directora dice que los padres han
apuntado a sus hijos porque son conscientes de que
el chino va a ser un idioma importante. Aunque los
pequeños, de entre 5 y 12 años, aprenden
jugando, para sus padres no se trata de ningún
juego.
Las clases, que son extraescolares, se imparten de
una a tres, y los críos no sólo aprenden
mandarín, el idioma oficial chino. La cultura
y las costumbres, que conocen a través de material
audiovisual, también tienen su importancia.
"Intento que aprendan sin aburrirse", dice
la profesora de chino, Ying He.
Así que se ejercitan, por ejemplo, cantando.
"Nos centramos mucho en la parte oral y en aprender
a formar frases sencillas". Se trata de acostumbrar
el oído a las entonaciones del mandarín.
En eso, como en otros idiomas, brillan los más
pequeños. Y aunque aprenden a escribir algunos
caracteres chinos, eso es harina de otro costal.
http://www.eldiariomontanes.es

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